jueves, 13 de noviembre de 2008

Rómulo: Radiografía final del petrogate


Justo cuando escribo estas líneas, Rómulo León se ha entregado, pero su entrada en los juzgados anticorrupción no garantiza transparencia. sino más cochinada. Rómulo se inmolará para salvar a su jefe, pero ello sólo incrementará la sensación de podredumbre que alcanza a Alan y a todo el aprismo.

Como nos temíamos, los apristas organizaron toda una maquinaria mafiosa para levantarse el estado en peso. Los ladrones en este segundo alanismo sofisticaron los medios. Ya no vendían mirage ni el presidente pedía directamente la suya, como en el tren eléctrico. No, ahora tejen una red de corrupción que medra y refila de las licitaciones y los remates de propiedades públicas pero el presidente esconde la mano. Es como un ministerio informal de la cutra cuya cabeza invisible es Rómulo León Alegría, y cuya embajada internacional la detenta la corrupta Peggy Cabral, esposa de Francisco Peña Gómez, dirigente de un partido gemelo del apra, que estuvo incluso acusado de narcotráfico en Estados Unidos.

Peggy Cabral triangula con Fortunato Canáan y Alan García. Rómulo hace el trabajo más sucio: aceitar a cuanto funcionario tiene por delante para “levantarse licitaciones”. Alan Babá no tiene contacto directo con León Alegría para no quemarse a su lado, como le pasó durante su primer gobierno. El presidente recibe su porcentaje en cuentas off shore alimentadas directamente por Canaán. De esta manera el presidente está a salvo. Peró algo sucede a mediados de este año. Rómulo cierra a Canáan y se gana las iras de Alan García. Se le cerró Palacio a piedra y lodo, cuando todavía no había finiquitado algunos negocios, como diciéndole: no te pases de pendejo. Los emisarios de Alan son sus secretarios: Mirtha Cunza y Luis Nava, que también quieren ganarse alguito.

Los últimos petromails en poder del juez Barreto certifican que la labor de Rómulo era conectar a los diversos sectores involucrados en el plan robo-perú. Para eso pactó con Alan la candidatura congresal de Lucianita. Este gestor interministerial visita desde la PCM, hasta Salud y el ministerio de Interior, pasando por Educación, Vivienda y Transporte. Con el favor presidencial Canáan, a través de Rómulo, va reclutando “licitaciones”, contando obviamente con el compadrazgo del tío George y Hernán Garrido Lecca, que también se vuelven operadores directos de Canáan.

Lo que nadie sabía es que Rómulo había sido chuponeado persistentemente. Un grupo cementero limeño comenzó a rastrear las huellas de extraños negociados de parte de Cemex y la conexión azteca, y se encontraron con la madre de todas las cutras: Canáan y el caco de Rómulo. Solo falta jalar el hilo de la madeja para llegar a Palacio. Pero Rómulo es todo terreno. Su silencio tiene precio.

Una pregunta suelta: ¿Estará Canáan detrás del negociado de Collique?

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