lunes, 17 de diciembre de 2007

BODEGUEROS SIN PATRIA


A los chinos bodegueros de E. Wong se les cayó la careta. Bien dijo Bertrand Russell que el capital no tiene patria. Después de acumular durante 20 años a costa de los limeños vendieron a los chilenos de Cencosud sus 27 supermercados y cadenas comerciales por 500 millones de dólares. Pero más allá de sus instalaciones lo importante es la posición de dominio del mercado. Ahora el 73 por ciento de las transacciones (minoristas y mayoristas) de artículos de primera necesidad, estarán en manos de empresarios del Mapocho. Gran conquista del libre mercado. La globalización que le dicen. Aplausos de la CONFIEP. Saludos de Alan García y los hortelanos vendepatria.

Nunca como ahora nuestro mercado interno estarán más desprotegido. Los oligopolios "chilienos" decidirán qué pasta de dientes o que marca de papel higiénico tendrá usted en su tocador. Qué pisco chupar en estas fiestas. A quién hacer quebrar y a quién no.

Los peruanos tenemos la obligación de impedir esa venta. El Perú está por encima del cutrerío neoliberal. No podemos ser colonia empresarial de un país que se arma hasta los dientes. Allí los alditos mariateguis, los chanchos carranzas y las gordas blondets. ¿Ustedes creen que la Bachelet permitiría instalar 27 malls peruanos en Santiago? La pinga.

Bueno, de los Wong se podía esperar cualquier cosa. Por algo los chinos inventaron el dinero.


Advertencia: En respuesta anticipada a quien pudiera tildarme de racista, diré que así como hay chinos bodegueros en el país, hay chinos que hicieron patria. Recordemos a historiadores como el brillante Emilio Choy o a filósofos como don Pedro Zulen, el primer defensor de la raza indígena.

lunes, 3 de diciembre de 2007

Carta a Hugo Chávez tras su derrota


Venezuela te ha dicho NO, Hugo Chavez, y en buena hora. Es cierto que el movimiento que diriges surgió como una rebelión de los excluidos, como una insurgencia de los pobres, como una reacción contra la clase política, contra la costra que usufructuaba del petróleo. En un principio a todos nos sedujo esta revolución de los camisas rojas, la redistribución acelerada de la renta nacional, tu afirmación nacionalista. Casi una década después quisiera apoyarte, pero no puedo. Las formas tiñen los fondos, hermano bolivariano.

El partido único, la reelección continua, el feroz virus de la vanidad que ataca al poder, el manejo desde el estado de toda la vida pública y privada, ahogan y deforman cualquier revolución, y la historia lo ha demostrado. Además, ese tufillo caudillista desnaturaliza el proceso. Tus modales de cuartel alejan a la gente y te llevan a pelearte con todo el mundo. Buscar exclusivamente la confrontación, la agudización permanente de las contradicciones, aísla y polariza, crispa la vida de una nación y desacredita nuestras ideas de igualdad.

Sí es cierto, la derecha venezolana es espantosa, quizá solo comparable a la peruana, en maquiavelismo y argucia, en codicia y exclusión. Pero frente a ella sólo un pensamiento sereno es garantía de autoridad moral. El socialismo no se impone, comandante. Es persuasión cotidiana y no existe sin el otro fiel que lo equilibra, la democracia.

Tras esta derrota personal, deja a otros el espacio, no ocupes todo el escenario. Eso es malo. Lo importante no son los líderes sino el nivel de conciencia de los pueblos y su educación democrática. Todo otro camino es servidumbre, miseria y mediocridad. La lucha es larga, no desesperes, y se requiere persistencia y claridad para asociar socialismo y democracia. Por lo tanto hay que inventar el futuro y no remedar viejas recetas. No queremos más cubas en América Latina aunque tengan todo el petróleo del mundo.

El referéndum de ayer lo ha demostrado. Nadie es indispensable y no eres un predestinado. Ábrele el paso a otros liderazgos, a otros partidos y formaciones, a nuevas ideas. Anuncia que dejarás el poder el 2012, y recuerda convocar a elecciones. Solo entonces se conocerá el peso de tu obra. Supera a Bolívar, hermano. Retírate en la cima como Mandela. El poder no es eterno y siempre es bueno recordar la soledad de don Simón en Santa Marta.

jueves, 29 de noviembre de 2007

Chlimper, los empresarios y los malnacidos

Chlimper y Fujimori: de la misma entraña

Hasta que saltó la liebre. El empresario judío José Chlimper llamó ayer malnacidos a los trabajadores del puerto del Callao. Todo, porque los estibadores defienden sus derechos sindicales y la negociación colectiva. El dueño de Drokasa, demostrando su entraña racista y déspota, considera que los cholos cargadores del primer puerto son unos hijos de puta porque le generan pérdidas ecónómicas con su huelga. Y no contento con insultar a todos los trabajadores que recurren a sus derechos constitucionales, amenazó con emplear su metraca, dice que con permiso de la discamec, para disolver él mismo la huelga a sangre y fuego, mismo Auchwitz o Dassau. El Estado de derecho no existe, los cadáveres no le importan. Su plata es más importante que la vida humana. Su afán de lucro excede cualquier regla de civilización. Viva Fujimori y la libre empresa

Lo grave es que Chlimper no es el único. Cáceres Sayán el presidente de la CONFIEP, también quiere un baño de sangre. Hace días que le calienta las orejas al vicepresidente Giampietri y mueve a otros empresarios forajas para declarar en emergencia el puerto y permitir la entrada de la infantería de marina a los muelles. Bala a los cholos. Los derechos humanos son una cojudez.

Estos son nuestros empresarios, señores. Los que hacen patria, los hombres de las bienamadas inversiones, quienes harán grande el Perú según Alan, el CADE y los cacasenos neoliberales. Todo el Perú tiene que joderse con el TLC porque ellos merecen hacerse más ricos a costa de los cholos malnacidos, al más puro estilo de Aldito Mariátegui.

Váyanse a la porra reverendos hijos de la chingada. Váyanse a Miami o a Israel. Gente como Chlimper o Cáceres Sayán no nos hace falta. Métanse sus empresas por el culo. No por casualidad la última encuesta del Instituto de Opinión Pública de la U Católica confirma que el 62 por ciento de peruanos los detesta por explotadores, antipatriotas y sinvergüenzas.

martes, 13 de noviembre de 2007

Me cago en el rey de España



Nos joden las trapacerías de las empresas españolas y esa suficiencia con que los políticos del stablishment español tratan a nuestras repúblicas sudacas. Que se vayan a la porra. Quinientos años de coloniaje bastan, para que encima venga un rey barato que nadie eligió, a hacer callar a un mandatario americano.

Qué pito componía Juan Carlos de Borbón, ese anacronismo de carne y hueso, en la cita de presidentes iberoamericanos. Que yo se sepa la monarquía que Franco instaló a su muerte, es una buena mierda. Los ciudadanos españoles deberían proscribirla pronto, vía referéndum o plebiscito. Un rey en España solo sirve para garantizar a perpetuidad la sumisión de la izquierda y contener el ideario progresismo . La figura de un Borbón reproduce en las mentes españolas, la idea cojuda de la cortesanía y la tradición colonial, es decir de que no somos iguales. Por eso no solamente hay que mandar callar al rey, hay que abolirlo, y que se vaya a posar a Hola, que allí está en su garbanzal.

Qué lástima ver al pobre Zapatero con ojos de carnero degollado, defender a ese bellaco con alas de fascista y cara de burro que es Aznar (su apellido lo pinta entero). ¿Quería ganarse unas indulgencias del Partido Popular, acaso? Debería saber que no debe esperar nada de la derecha española, que sigue siendo fascista y del opus dei, y que su sistema político es un engendro reaccionario y obsoleto. ¿Qué hace un correligionario de Pablo Iglesias defendiendo a esa mula franquista? Discrepo con Chavéz, me friegan sus formas de militarote, y su intención de perpetuarse en el poder, pero en este caso tiene razón y concuerdo con él: Me cago en el rey de España.

jueves, 11 de octubre de 2007

ayer tuve una pesadilla: Fujimori salvaba a Alan


Me quedé dormido viendo la televisión y tuve un sueño, mejor dicho una pesadilla. Soñé que un roedor volvía a ser presidente. Pero que en lugar de la rata amarilla gobernaba un ronsoco rosáceo, mofletudo y patiflaco. La organización delictiva de inspiración japonesa, denominada yucaza, otra vez se apoderaba del país entero, ahora en alianza con lo más podrido del apra.
En mi sueño el presidente le hacía cheverengue a sus electores. La estafa política estaba consumada: En lugar de cambio responsable, un regreso irresponsable a la peor época de la historia del Perú. Como en 1988 nuevamente inflación, mentiras y mil hurtos. (No se preocupen, ahorita Aldo Mariátegui inventa otro sendero para estar como hace 20 años).
En medio de mi pesadilla, el obeso y alucinado presidente, con su yo demente a cuestas, cumple el destino fatal de ser siempre el prócer de la desgracia, el adalid de la caída. Después de recibir un país en relativa bonanza, su falta de escrúpulos y talento, nos ha puesto de nuevo al borde del abismo. En mi paseo por el horror onírico, vuelven las inflaciones galopantes. El modelo neoliberal fracasa. Es incapaz de frenar el alza de los precios, y la caída del dólar. A pesar de todos los esfuerzos de Carranza y los economistas mononeuronales de mercado, las exportaciones pierden competitividad, quiebran miles de empresas y se hunde la agroexportación. Encima se firma el TLC, y la balanza de pagos comienza a hacer agua por todos lados. Claro, si hasta el papel higiénico que consumimos es made in usa. Alan lanza un alarido y grita: tráiganme la cabeza de Lucho Carranza. Pero ya es muy tarde. De la prosperidad toledista ya no queda nada. La efímera riqueza ha terminado en un puñado de empresas y empresarios sin patria. Lo que chorrea ahora es la pobreza
El dólar bajo y la especulación nos llevan a una conmoción económica, política y social. Hay que intervenir y que el BCR fije la tasa de cambio en 3.20, dice Kuczinski. La economía es pura ficción creída. Dice esto y unos guachimanes del Instituto Peruano de Economía se lo llevan al paredón. El mercado lo decide todo, claman. A mi también me van a fusilar. Quiero despertar y no puedo. Intento salirme pero es imposible. Estoy en el llamado sueño delta. Todo es como una neblina.
Recupero la fase REM. Nada de la bonanza ni del boom minero llegó a los más pobres y olvidados del Perú. Se queman dólares en lugar de construir hospitales, escuelas, fábricas, carreteras, y redes de comunicación. Se entregan los mejores yacimientos a grandes empresas con regímenes tributarios de excepción. Al Perú nadie lo para, de expoliar.
El 35 por ciento del canon minero que debería servir para erradicar la pobreza se reparte alegremente, sin orden ni concierto a las familias de la localidad vecina. Se trata de comprar a las poblaciones afectadas por la contaminación. En lugar de atender las carencias en salud, educación, vivienda, se quiere convertir a las comunidades en masa sumisa y manipulable. La riqueza como dádiva, como vil servidumbre, el mendigo arrodillado ante el oro. Otra vez el estado empírico del que hablaba Basadre incapaz de invertir productivamente. Qué horror. Me imagino las millones de cajas de cerveza que se venderán en las punas.
Los damnificados del sur pifian cada vez que se aparece por allí Julio Favre, que sabe de pollos pero nada de reconstrucción. Jorge Alfaro, el director ejecutivo hace lo imposible para echar a andar ese elefante epiléptico y parapléjico llamado Forsur. ¿Se han puesto a pensar si la lógica de la empresa tiene algo que hacer con la lógica de un organismo de reconstrucción? ¿maximizamos la utilidad o hacemos una planificación estratégica de contenido social? Entretanto los pericotes y perezosos de la administración aprista esperan agazapados.
Logro escapar no sé cómo de la guardia de seguridad que rodea a Favre y sigo en los brazos de Morfeo. Un servicio de inteligencia chicha dirigido por Mantilla y Giampietri, al que se suman secuaces fujimoristas, inicia una guerra non sancta contra los opositores. Trapos sucios, denuncias falsas, sico-sociales de espanto, sólo faltan las vírgenes lloronas. También hurgan debajo de las alcobas. A la exacerbada libido de Toledo le siembran putillas en el camino, que luego parten al extranjero a disfrutar de los pagos por sus cuerpos. Un Estado que más parece baja policía se va apoderando de la vida privada de sus ciudadanos. Los teléfonos son intervenidos, y el reglaje convertido en cosa de todos los días.
No señores, no podemos volver a esos aciagos veinte años que soportamos, me digo en una ligera duermevela que me provoca un acceso de lucidez. 1980-2000 se lee en un cartel de neón. Recuerdo que durante esos cuatro lustros casi desaparecemos como país, de la mano de Alan y de Fujimori.
El soberbio ronsoco tiene un quemante rabo de paja que echa chispas. En su prontuario hay latrocinios (dólar muc. mirage, tren electrico) y matanzas (El Frontón y Lurigancho), que acaban de ser nuevamente puestas sobre el tapete por la Corte Interamericana de Derechos Humanos. La rata japonesa quiere salir de su encierro a cualquier precio y librarse de los juicios de La Cantuta y Barrios Altos. Se juega todas sus cartas.
Grupos paramilitares salen a destrozar el monumento a los inocentes de la guerra interna. Después se enfrentan a los grupos defensores de los derechos humanos ante una policía que se muestra imperturbable. El congreso es un nido de tránsfugas blindados que tienen la expresión torva de gustavo espinoza, torres descaro, álvaro gutierrez y aldo estrada (no merecen las mayúsculas).
La popularidad de Alan se derrumba. A nivel nacional, sólo uno de cada 5 peruanos está contento con él. Alva Castro el ministro de interior que ha sido descubierto cutreando con los altos mandos policiales, en licitaciones amañadas con empresas fantasmas, es lo más odiado del régimen. El fujimorismo sin embargo lo salva de la censura en la hora nona. Justifican todo en nombre de la pendeja gobernabilidad. Días más tarde el ministro de salud, el inepto que compraba raciones para los damnificados del sur a 38 soles, dizque sin saber, también es salvado por la espuria campana del fujimorismo.
Despierto sobresaltado. Voy corriendo a coger el periódico y lo abro. No se trata de una pesadilla, de un mal sueño. Es la realidad monda y lironda. La ceguera de Alan, y su alianza bastarda con el fujimorismo, a la que se sumaron la confiep, y el opus dei. Todos ellos nos ha conducido a este callejón sin salida. Mierda o dignidad.
García posee la misma mentalidad enferma que Haya. Con tal de alimentar su maníaca vanidad, es capaz de traicionar todos los idearios, aliarse con los peores enemigos, degradar su inteligencia que no es mucha (a diferencia de Victor Raúl), y venderse a quien le garantice aplausos, aunque sean de play back.
No vale la pena seguir despierto, pienso. Me vuelvo a echar en la cama con mi wawasana y un diazepán entre los dientes. Seguiré durmiendo. Dormiré pase lo que pase, así tenga que contar a las ovejas apristas engañadas por Alan. Una extraña somnolencia me sumerge en las sorprendentes aguas de la premonición.
Ha llegado la hora de que Fujimori le cobre los favores al apra. Alan está en el despeñadero. Las provincias se van levantando, los mineros, los maestros, la CGTP, en fin toda la gente decente de este país mira indignada la política convertida en albañal. Las ratas libres han capturado esa amplia laguna de oxidación que es el Estado. Las presiones en el poder judicial son inmundas. Recusan a los jueces que deberían juzgar a Fujimori y el tremendo Robinson González, el hijo putativo del vocal Rodriguez Medrano, lo termina trasladando a una clínica particular.
Vitocho declara que Fujimori ha muerto, pero no es verdad. La bubónica no mata a las ratas, sólo la trasmiten. Fuji estaba de parranda empacando sus videos. Se ha asilado en la embajada japonesa. Primer favor devuelto.
Alan saca a los tanques. Mantilla es nombrado ministro de Interior. Humala es deportado. Alva Castro es designado ministro de economía. Nadie más acepta el encargo. El canciller García Belaúnde renuncia porque no ha presentado la documentación cartográfica exigida por el Tribunal de La Haya. Directamente desde Chile es traído Tudela para hacerse cargo de Torre Tagle. La Bachelet (cada vez que la veo quiero más a Allende), intenta ganarse alguito de mar y de tierra aprovechando la crisis peruana.
Se privatiza El Peruano y se le encarga a Aldo Mariátegui la dirección. Se lotiza la reserva del Candamo, donde Pluspetrol comienza sus periódicos derrames. Los campesinos del Huallaga abandonan el maíz amarillo, y extienden sus campos de coca. No a la erradicación. Una revuelta de los cocaleros es reprimida a sangre y fuego. Se exacerban los ánimos. Montesinos escapa de la base naval y anuda su alianza con Giampietri. La abogada Estela Valdivia es nombrada ministra de justicia y Blanca Nélida Colan es indultada. Alan se retira de la jurisdicción de la Corte de San José de Costa Rica, porque los crímenes de lesa humanidad nunca prescriben.
Se le condonan las deudas a Delgado Parker, se le perdonan impuestos a Baruch Ibcher y a los Agois. Se le restringe la publicidad a El Comercio para que no publique las encuestas de Apoyo. Solamente el hermanón puede navegar libremente en el espectro de su microcosmos mental.
Viene una comisión de la OEA, la Corte Interamericana sale en defensa de los familiares de los 500 muertos en represiones contra los alzamientos provincianos que gritan "chau Alan, constituyente ya". Algo falla. Claro hermano, esta constitución es una farsa. Los ricos tienen siempre la sartén por el mango.
Cipriani sale a defender a fujimori y a alan. Nada de venganza ni de enconos, pregona. Seguidamente excomulga a los huelguistas que piden una constituyente y saca al señor de los milagros.
El presidente Alan de Losada, perdonen el lapsus, Alan Garcia viaja con destino a Colombia. Desde el avión acaba de renunciar por fax. Entre los pasajeros del Boeing 727, que casi fue vendido por una bicoca, lleva a Alberto Fujimori. Favor con favor se paga.
Giampietri y la Mendoza del Solar, pugnan por ocupar el cargo dejado por Alan. El pueblo les exige su renuncia inmediata con bolsas de basura arrojadas contra sus fortificadas viviendas. El gordo Andrade es nombrado presidente del gobierno de transición.
Agotado después de tanto dormir y medio aletargado vago por la habitación. Prendo la computadora y encuentro una cita de Martin Luther King en mi agenda de internet. Sí, ésa misma que arrancó los derechos civiles para los negros norteamericanos hace más de cuarenta años. Durante la gran marcha sobre Washington el predicador tuvo un sueño: "Sueño con el día en que esta nación se levante para vivir de acuerdo con su creencia en la verdad y en la igualdad ante la ley".

miércoles, 10 de octubre de 2007

Un brillante artículo de Hildebrandt sobre la Iglesia y los DDHH

Herr Ratzinger debe pensar igual que Cipriani

CADENA PERPETUA EJEMPLAR

Aquí Cipriani decía que la Comisión de Derechos Humanos “era una cojudez”. La cojudez era él, que no sacaba la cara por los inocentes como Cristo se lo hubiese demandado.

Allá lejos, cerca de la casa matriz del Banco Ambrosiano, Herr Ratzinger, que hoy debe ser llamado Santo Padre, le ajustaba las clavijas al padre Gustavo Gutiérrez, a Jon Sobrino, a Ernesto Cardenal, al pobre y heroico Ignacio Ellacuría, y auspiciaba, por orden del ex obispo de Cracovia, todo lo que fuera catolicismo de quemazón y rezo, potros y blasfemos, herejías y hogueras salvadoras. Como en los viejos tiempos. Hasta a San Francisco le hubiese ajustado las clavijas Herr Ratzinger –por pobre y desprendido, por mal ejemplo en suma–.

Pero quien superó todos los colmos de la santa madre Iglesia en versión familia Borgia fue el cura argentino Christian von Wernich, que ayer ha sido condenado a cadena perpetua por genocida y canalla.

Von Wernich era el capellán de la Policía Federal con sede en Buenos Aires cuando Videla y su pandilla robaban niños, desmembraban por cuartos y mitad en la Escuela Mecánica de la Armada, ponían ratas hambrientas en las vaginas de las rojas pecadoras y, en fin, hacían que Savonarola pareciera un niñito dulzón y el marqués de Sade un boy scout con fiebre de heno.

Von Wernich no fingía ser capellán. Era el capellán y lucía sotana y cuello romano. Era un hombre de la restauración ordenada por Juan Pablo II, el jefe de Estado del Vaticano que encarriló el dinero de la CIA hacia el sindicato Solidaridad de Lech Walessa.

Así que el cura Von Wernich entraba a las mazmorras bonaerenses donde sufrían los desahuciados por Roma y se ponía tierno y fino para decirles –allí están los testimonios de un centenar de testigos– que colaboraran, que sus vidas estaban en manos de Dios “si ellos ayudaban a la policía”, que los niños secuestrados y entregados a otras familias “pagaban la culpa de sus padres” y que, en fin, tuviesen cuidado con no hacer nada para merecer “la máquina”, que era como le llamaban a la picana los torturadores que te mojaban y te subían el voltaje hasta que enloquecías y exigías ser asesinado para que todo acabara.

Esta maradónica mano de Dios, este infame asistido por los cielos, pretendió desacreditar los testimonios vertidos en la corte diciendo que “el hombre que quiere reconciliarse necesita paz, si no actúa con un corazón herido”.

El presidente del Tribunal Oral Federal Nº 1, magistrado Carlos Rozanski, creyó más en los relatos espantosos de los sobrevivientes que en el silencio ofuscado con que Von Wernich enfrentó la mayor parte del proceso.

La condena a cadena perpetua se basa en los siete homicidios, 42 secuestros y 32 casos de torturas con los que Von Wernich tuvo que ver directamente. Según la crónica del diario Clarín hubo aplausos en la sala cuando en la sentencia se incluyó el caso de María del Carmen Morettini, desaparecida junto a otros seis muchachos, torturada pacientemente por “la bonaerense”, y asesinada junto a sus amigos meses después de haber sido raptada por agentes de la Triple A, el comando asesino fundado por el astrólogo López Rega, el marido casi póstumo de la procaz Isabelita.

Von Wernich tiene 69 años y anda con la salud un tanto afectada. Así que la cadena perpetua no parece que vaya a ser una lenta y prolongada tortura, como esas en las que él participó mirando y aprobando, oyendo y aprobando, rezando y aprobando, perdonando al final los pecados de quienes debían morir para que la Iglesia se mantuviera firme y el cielo en su sitio y los cánones más ilesos que nunca, que de eso se trataba lo que hacían Videla y Pinochet: la santa alianza que no avergüenza a los neoliberales.

No se necesita ser González Prada ni haberlo leído para recordar con afecto a los herejes de huesos quebradizos y carne ahumada. Ni se necesita ser provocador para preguntarse si en los mares de gente que sigue a una imagen por las calles de Lima no habrá más de un Von Wernich envuelto en una nube de celeste incienso. Porque a veces conservar un poder tan bimilenario significa ponerse el mandil de los carniceros. Como Cipriani.
Peru Blogs

miércoles, 26 de septiembre de 2007

El desplome de Forsur, huida en estampida

"La reconstrucción". Acrílico sobre canvas. 30x40. RNC

Ayer renunciaron los empresarios Climper y Henry Day al directorio de Forsur. Hoy lo harían Pedro Pablo Kuczinski y el director ejecutivo que es Jorge Alfaro, en rechazo a la incompetencia e torpeza de Julio Favre, que como se sabe es sólo un pollero autoritario y mercantilista. Este estaria mas interesado en convertirse en agente de una multinacional para poner una fábrica de úrea, que en viabilizar los préstamos y los proyectos para el sur afectado por el terremoto.
Ya lo intuíamos. Los empresarios peruanos nunca han querido a su pueblo ni comprendido el Perú. Sólo han pretendido llenarse sus bolsillos y los de sus allegados, desde los tiempos del guano y el salitre. El estado fue siempre el botín. Si no miren los precios irrisorios que pagaron durante la privatización que ese estafador llamado Carlos Boloña Behr diseñó en los noventa. Se levantaron las empresas estatales a precio de huevo, y la dupla Fujimori-Montesinos cargaron con el resto.

¿De dónde salio la peregrina idea de entregar la reconstrucción del sur a los empresarios? De Aldito Mariátegui, cómo no. Sr Alan García busque mejores consejeros que esos pitucos ignorantes lo pueden conducir al desbarrancadero, más rápido de lo que usted cree. Los resentimientos sociales son malos consejeros, sobre todo si uno lleva el apellido nativo Lachira en sus ancestros y pretende asociarse al club nacional.
Hasta Eduardo Figari Gold, el diseñador y promotor de Larco Mar, y presunto autor de las nuevas propuestas urbanísticas se habría estrellado contra las torpes ideas de Favre que pretende prohibir la autoconstrucción, convertir Pisco Playa en la expansión de las playas de Asia, y vender todos los activos de la región al mejor postor. Es decir profundizar la exclusión social y la marginación de las mayorías afectadas por el desastre.
Ya un puñado de empresarios de Capeco estarían sobándose las manos con la licitación para construir 4500 viviendas de 18 mil dólares cada una, que el estado tendría que regalar, pues la población damnificada no es la clase media, -que podría pagar esos precios-, sino los sectores más pobres, cuya única alternativa será levantar sus mismas viviendas de adobe, ilegales y sin apoyo técnico.

Bajo el lema “la reconstrucción como negocio”, Favre ha festinado trámites, ha desoído consejos y se ha dejado llevar por los intereses más torvos de su gremio. ¿Por qué no apaga la luz de Forsur y renuncia, señor Favre. No vaya a convertirse en el "zar de la cutrefacción",
Una nota al margen: No esa la primera vez que el reconstructor de un terremoto terminaría en la cárcel. Pablo de Olavide, que dirigió la recuperación de Lima luego del desvastador sismo que la dejó en escombros en 1746, purgó larga condena en España por los innumerables desfalcos que cometió. Pero por lo menos era novelista. Favre solo engorda pollos hormoneados, siembra tilapias transgénicas en la laguna del Medio Mundo y convierte su fábrica en sala de torturas.

MARCHA POR LA JUSTICIA: jueves 27, 10:30 AM

Punto de concentración: Plaza 2 de Mayo.
Punto de llegada: Plaza de la Memoria (El ojo que llora)

martes, 25 de septiembre de 2007

EL OJO QUE LLORA

bella escultura de Lika Mutal destruida por los fujimoristas

“Pensemos en lo paradójico que son el arte y la vida, capaces de engendrar, a partir del horror y el sufrimiento, algo tan intenso y tan hermoso, tan sereno y tan delicado como las sombras y fulgores entre los que se cobija esa piedra..." (Mario Vargas Llosa)

lunes, 24 de septiembre de 2007

ANTE LA BARBARIE, CIVILIZACION

"El ojo que llora" fue blanco de la ira de los fujimoristas. Como en los peores tiempos del nazismo las hordas de Fujimori atentaron contra este símbolo de la memoria colectiva. Ya vamos sabiendo qué nos espera de la alianza aprofujimorista. Nuestro desagravio a Lika Mutal, autora de la escultura y a todas las víctimas de la violencia.

viernes, 21 de septiembre de 2007

La extradición de Fujimori: Derrota de Alan García

Le llegó la hora

El japonés que se hizo pasar por peruano, que mintió, robó y asesinó impunemente durante los diez años que gobernó el país con el apoyo de empresarios, militares y el Opus Dei está en camino. Esta noche seguramente atravesará esposado el paso fronterizo de Chacalluta, y con su regreso la política nacional tendrá un brusco cambio de giro, un punto de quiebre de 180 grados.

Lo primero que salta a la vista es que toda la actual política de alianzas se desmoronará rápidamente en los próximos días. El neofujimorismo aprista, delineado, concebido y llevado a la práctica por Alan García ha sufrido un feroz golpe. La intención del alanismo de llenar el espacio político derechista, a través del contubernio entre el apra, la Confiep, los remanentes orgánicos del fujimontesinismo y los medios de comunicación está rumbo al fracaso. Hoy el eje de la confrontación ya no será más, neoliberales versus demócratas y nacionalistas, sino una decisiva batalla entre la gente decente versus los intereses espurios de los grupos de poder económico y político. A no ser que la derecha corrupta y más cavernaria opte por un golpe institucional y destroce lo poco que queda de la democracia, liberando o absolviendo a la rata japonesa.

Esta tentación está presente en los Cáceres Sayán, los Favre, los Giampietris, los Ciprianis, los Rey Rey. Ya la oscura Keiko y ese abogado con apellido de bomba atómica (o casi) lo dijeron. Harán todo lo posible para sacarlo de entrerrejas coimándose a jueces, policías, políticos y celadores. Y a través de los medios que controlan limpiarán la imagen del japonés hablándonos maravillas de las privatizaciones y de su lucha contra el terrorismo. Por último le favorecerán una entrada secreta por la puerta falsa de la embajada japonesa.

Si yo estuviera en el extenso pellejo de Alan, le recomendaría que no insistiera en esa nausebunda alianza con el fujimorismo. Se puede seguir abonando el camino para un estallido popular, bastante sensibilizado ya por la corrupción, la ineficiencia, el abuso, la mentira y la falta de chorreo. Terminará además doblemente enlodado para la historia, ahora como socio y cómplice del presidente más asqueroso de nuestra historia.

El problema es que Alan García es de la misma laya que Fujimori, números más, números menos. Permitió el accionar de grupos paramilitares, asesinó presos rendidos y campesinos inocentes, robó ingentes sumas nunca investigadas escudándose en la prescripción, corrompió los poderes del estado y destrozó las instituciones nacionales. Hoy ya vemos cómo los militantes de su partido se están levantando el Perú en peso a propósito de la ayuda para el terremoto del sur. El latrocinio como divisa.

Hay que reconocerlo, ésta es también la hora de Montesinos. Si pudiera introducirme en su tenebrosa conciencia, dios me libre, le recomendaría que no volviera a anudar su sociedad con Fujimori. Luego de cinco años de sumirse en el silencio, hoy deberá administrar sus palabras y todo lo que sabe. Si quiere guardar las esperanzas de morir fuera de la base naval, deberá sacudirse de esa relación siamesa que lo encumbró y lo trajo abajo. Porque a decir verdad, si Fujimori es condenado a más de quince años de prisión, la figura de arequipeño se empequeñecerá –hasta desaparecer en los pantanos de la historia- ante la paroxística perfidia del japonés.

A partir de ahora se desarrollará un partido aparte entre estas dos ratas, un duelo de polendas entre dos egos de espanto, para ventilar sus culpas. Fujimori, que duda cabe repartirá excrementos con cucharita, bajo la consigna de “todos somos inmundos”, y en el país de los inmundos el astuto es rey.

Pero también la historia está llena de imponderables y más aún cuando se trata de una gresca de maleantes. Amenazas, escapes, y hasta asesinatos. Debemos estar preparados. Dime con quien anduviste y te diré quién eres.

A la gente de buena voluntad solo nos queda salir a la calle, debatir y convencer, y no dejarnos humillar por el escarnio y la mentira. El juzgamiento de Fujimori no es un problema jurídico. Es un asunto político, pero sobre todo ético. Y estaremos vigilantes. Si no, qué país le vamos a legar a nuestros nietos.

miércoles, 12 de septiembre de 2007

No a la rapaz Majaz


¿Tiene derecho una empresa minera, con el aval del neofujimorismo aprista, a destruir el hábitat, las cosechas y las fuentes agua de 200 mil campesinos pobres del Perú, a cambio de magros impuestos que hipotéticamente pagará en el futuro?


¿Es ilegal que campesinos que jamás han visto la presencia del estado en sus localidades, organicen un consulta popular para impedir que una empresa china, cutréandose hasta al ministro de Energía, decida expropiarles sus casas y sus chacras?


Como lo demuestra el informe de la Defensoría del Pueblo, todas las actividades de exploración que ha desarrollado la minera Majaz en los terrenos de las comunidades han sido ilegales ¿Cómo así? Muy simple: la ley exige que para proyectos de exploración como el de Río Blanco, se pida la autorización de la asamblea de la comunidad campesina cuya superficie va a ser afectada. Y es más, se necesitan los dos tercios de los votos de los comuneros. Pero minera Majaz ha festinado documentos presentando autorizaciones de hace diez años, cuando las exploraciones las hacía una empresa llamada Coripacha, que luego transfirió el denuncio minero a Monterrico Metals, a todas luces otra razón social. La Defensoría ha sido clarísima al concluir que estos documentos no son los que exige la ley. Por lo tanto, el Ministerio de Energía se zurró en la legalidad vigente, cuando autorizó la exploración en terrenos de propiedad de comunidades que no la habían consentido.

La Defensoría demuestra además que Majaz violó de una manera flagrante otro requisito legal cuando solicitó al MEM la aprobación de su evaluación ambiental. El referido estudio lo hicieron los fantasmas porque el yacimiento de marras se ubica en el distrito de Huarmaca... ¡que no existe en Piura! Más allá del tema legal, que está muy bien explicado en este informe defensorial, lo que ha originado el rechazo de los pobladores es la actitud que Minera Majaz ha mostrado. Una actitud prepotente que utiliza su poder y sus contactos en Lima y desprecia el establecimiento de un diálogo con quienes van a ser afectados por sus operaciones. Como bien dice el informe del Perú Support Group (PSG), misión inglesa que vino a conocer el caso: “Cuando una entidad grande y desconocida se instala al final del valle en el que uno vive y establece un campamento que parece permanente, realiza experimentos que no deja ver, y no se tiene información real sobre lo que se propone hacer, se puede esperar cierto sentimiento de inseguridad”.

Consulten el blog de Paul Ernesto Maquet del cual transcribo algunos párrafos: http://lapalabraingenua.blogspot.com/

lunes, 10 de septiembre de 2007

Martha Hildebrandt: ¿lingüista o burra?


La tozudez, el cinismo y la vulgaridad de Martha Hildebrandt, no tienen parangón. Decir que no sirve para nada que los niños estudien en sus lenguas nativas, no sólo es un atentado contra la lingüística, sino contra la inteligencia. En síntesis, es una burrada, señora.

De qué te sirvió estudiar con Angel Rosemblatt en Caracas. Para qué te doctoraste con una tesis sobre el español de Piura, si después ibas a denigrar el aporte de las lenguas aborígenes. A qué santo pasaste por la Northwestern University de Illinois y por la Universidad del Estado de Oklahoma ¿O fue pura yuca? ¿Será cierto que durante tu permanencia en Venezuela trabajaste haciendo el sistema fonético del macoíta (1953) y que colaboraste en un diccionario guajiro,-español? Ahora lo comenzamos a dudar.

Martha Hildebrandt ha tenido la agilidad de los monos para mercadear su intrascendente obra y trepar por los vericuetos del poder. Es un mito construido a base de declaraciones escandalosas, habilidad para escalar cargos y una ambición más grande que su talento. Su libro de peruanismos está edificado sobre media docena de fichas lexicográficas, poco originales, saqueadas a veces a sus amigos, y sin ninguna creatividad. Qué diferencia con la sensibilidad y el rigor de Juan de Arona. Por su parte “La Lengua de Bolívar” es un aburrido trabajo, estúpidamente hagiográfico y sin ningún respaldo interpretativo. Tu prosa, a diferencia de tu viperina lengua, es sosa, desabrida, y monótona. Tus ideas y conceptos, superficiales. En el fondo no has escrito nada que valga la pena, porque eres una gran ociosa, que te pasas todo el día en la cama.

Vuelve a tu cuja, Martha, porque de nada vale una lingüista que no sabe idiomas. Como bien lo dijo la congresista Sumire eres una ignorante y una analfabeta en quechua y en aimara. La medianía intelectual te condujo a la política. Desde allí sigues medrando. Lo único que querías era sumarte a la cédula viva, codearte con los poderosos para alimentar tu vanidad y comprarte un volvo para ostentar. Bueno, y desde allí seguir apuntalando el racismo y la exclusión, a contrapelo de todo lo aprendido.

Los falsos mitos han nacido para ser destruidos, las estatuas de cera para derretirse. Comencemos con la lingüista burra…

martes, 4 de septiembre de 2007

Estuardo cumple 100 años




Estuardo Núñez, el fundador de los estudios histórico-literarios en el Perú, el descubridor de los viajeros, El amigo de Eguren, Martín Adán y Mariátegui cumple un siglo de vida hoy miércoles 5 de setiembre. Siendo adolescente y mientras pasea por los malecones de Barranco con Martín Adán (entonces Rafael de la Fuente), abordan a un anciano y chaplinesco personaje. Es el poeta José María Eguren, quien los invita a las tertulias que organiza en su casa de la plazuela de San Francisco, los domingos por la tarde. El aún desconocido autor de la canción de las figuras, los lleva una noche a la casa de José Carlos Mariátegui en el centro de Lima. Núñez y Adán publicarán en la revista “Amauta”, renovarán sus intereses literarios y conocerán a muchos escritores y artistas de la época. En esas veladas Rafael de la Fuente leerá sus cuartillas de “La casa de Cartón”, innovadora novela escrita en las carpetas escolares, y recibirá el seudónimo de Martín Adán, de manos de Núñez y José Carlos Mariátegui.
Estuardo ingresa a San Marcos y participa en las jornadas de reforma universitaria de finales de los veinte, pero tras la caída de Leguía la universidad es clausurada. En 1932 publicará su primer libro, “La poesía de Eguren”, que inaugura la crítica y la estilística en nuestro país. En 1934 se casa con la pintora Cota Carvallo y marcha a Arequipa y Cusco para concluir sus estudios de abogacía. Pero es en su “panorama actual de la poesía peruana” (1937) donde Núñez construye las bases interpretativas de la literatura moderna en el Perú. Curiosamente este libro le llegó a Vallejo en su lecho de muerte, según cuenta Raúl Porras Barrenechea. Allí Núñez considera a Vallejo como una de las voces más originales de la lengua española y creador de un nuevo canon poético. El propio Luis Alberto Sánchez había calificado de incomprensibles y desconcertantes los poemas de Trilce, y salvo Mariátegui, la crítica en general era despiadada con el poeta peruano autoexiliado en París.
Núñez vivió un largo ostracismo entre 1931 y 1946. No pudo volver a su alma mater ni como alumno ni como profesor. Además se le cierran todas las puertas. Es expulsado de la cancillería por Luis Miró Quesada a pedido de ese personaje siniestro y ultramontano que fue José de la Riva Agüero. Estuardo se dedica entonces a dictar clases de Literatura e Historia en el colegio Alfonso Ugarte y en el San Andrés, abre un estudio de abogados y acude con mucha frecuencia a la biblioteca nacional buscando bibliografía de viajeros. El propio Raúl Porras le había recomendado abocarse a esta tarea.
En 1937 funda con Jorge Basadre el Instituto Cultural Peruano Norteamericano en una época en que se iba perfilando la amenaza nazi fascista. En 1946 regresa a San Marcos tras la primavera democrática del régimen de José Luis Bustamante y Rivero. Paralelamente sus trabajos literarios se dirigen hacia las figuras de Pablo de Olavide, Ricardo Palma, Abraham Valdelomar, y José Carlos Mariategui. Su libro “La experiencia europea de Mariátegui” es un clásico para entender el itinerario intelectual del Amauta entre 1919 y 1930. Son también clásicos sus estudios sobre Alejandro de Humboldt y su viajes a las regiones equinocciales del continente americano.
Tras sesenta años de investigación y luego de una serie de ediciones parciales aparece su monumental “Viajes y viajeros extranjeros por el Perú”, vasto compendio de la visión del mundo hacia nosotros. En el año 2001 hizo entrega de “Los tradicionistas peruanos”, otra obra sumaria del impacto de Ricardo Palma en la literatura peruana e hispanoamericana. Tras cien vueltas del calendario, Estuardo Núñez sigue activo. Desde hace un tiempo viene preparando sus “Memorias del siglo”.

sábado, 1 de septiembre de 2007

¿ESTÁ DE ACUERDO O NO?

Acuarela de Huacachina. (RNC)

11 ideas para Reconstruir ICA

Una vez pasada la catástrofe, surge la necesidad de reconstruir la ciudad de Ica. Aquí unas ideas elaboradas por un grupo de urbanistas y arquitectos de primerísima calidad:
1.-Zonificación de cuatro áreas de reconstrucción:
a)Casco urbano antiguo: entre avenidas Cutervo, el Hospital del socorro y el río.
b)Casco urbano nuevo: entre Av san martín y la Panamericana
c)Barrios populares: Acomayo, Parcona, San Joaquin y la Tierra Prometida
d)Pueblos rurales y semirurales: Tate, Comatrana, Guadalupe, San Juan Bautista, Pueblo Nuevo, Santiago, La Tinguiña y San José de los Molinos.
2.-Ordenamiento urbano y legal del casco antiguo. Expropiación de terrenos de los edificios y casonas y edificios destruidos y casonas tugurizadas. En esta zona existe una enorme fragmentación de la propiedad y mucho desorden legal.
3.-Remodelación urbana de las avenidas Lima, Ayacucho y Bolívar como tres bulevares del nuevo centro turístico-comercial de la ciudad de Ica. Licitación de terrenos para, hoteles, colegios, universidades, tiendas comerciales. Remodelación de la plaza de armas y la plaza Sebastian Barranca. Remodelación urbana de la zona del mercado modelo.
4.-Tratamiento Integral del río para evitar inundaciones, ampliación del cauce, tratamiento paisajístico del lugar, construcción de un relleno sanitario moderno y eficiente para evitar la basura en el cauce del río.
5.-Traslado del cementerio antiguo a terrenos eriazos fuera de la ciudad.
6.-Creación del Parque Ecológico-Cultural de Huacachina, que comprende la reforestación de huarangales a partir de lagunas de oxidación, y la recuperación de Orovilca, San Pedro, y La Huega. Construcción de una Biblioteca Regional, un Museo a la altura de nuestras culturas precolombinas, un anfiteatro, y un centro de convenciones en Huacachina. Prohibición de los buggies y turismo anti ecológico.

7.-Creación de la ciudad satélite La Tierra Prometida. Reubicación de excedentes, tendido de servicios básicos y lotización para diez mil familias. Construcción de tres colegios, un hospital, y un centro cívico-comercial en esta zona. Inversión aproximada: 20 millones de dólares.
8.-Remodelación urbanística de los barrios populares Acomayo, Parcona, San Joaquín y Saraja. Prestamos para autoconstrucción. Creación de infraestructura y servicios: colegios, hospitales, zonas recreativas, mercados y centros comerciales. Confección de dos prototipos básicos de vivienda, de "adobe mejorado y enmallado" y "concreto prefabricado". Módulos de 6x4 metros. Convenio de asesoramiento con el departamento de Ingeniería antisísmica de la Universidad Católica de Lima, a cargo del Ing. Marcial Blondet.
9.-Creación de un gran centro cívico-comercial en el cementerio antiguo: gobierno regional, municipalidad, centro comercial, cines, juzgados, paso a desnivel sobre la panamericana, centro empresarial y de comunicaciones. etc. Valor aproximado: 20 millones de dólares. Construcción de un nuevo cementerio en la zona de Yauca.
10.-Defensa de las áreas agrícolas y prohibición de lotización de estas tierras.
11.-Reconstrucción de los distritos rurales y semirurales de Ica. Construcción de servicios e infraestructura urbana. Apoyo a la autoconstrucción con modulos básicos de adobe mejorado y enmallado. Cambio de curso de la carretera Panamericana entre Ica y el desvío a Ocucaje.

miércoles, 29 de agosto de 2007

FUERA FAVRE DE ICA

El Pisco que no volverá
La reconstrucción de Ica la tienen que dirigir los iqueños y un equipo de calificados profesionales. Ahora los cuatro gatos neoliberales también quieren hacer de despenseros de la ayuda y los fondos de la reconstrucción. Quieren forrarse una vez más a costa de la pobreza de los iqueños. No señores, estamos con usted, señor Triveño. Lo apoyaremos todos los iqueños de origen y adopción. ¿Necesita profesionales? Ahí está Desco, Cenca, IDL, gente honesta que quiere ayudar y no ganarse alguito. Defendamos la descentralización, la autonomía de las regiones de la rapacería de Favre, Climper, Woodman, el racista Aldo Mariátegui y el aprofujimorismo. En serio señor Triveño, cuente con nostros, porque Ica no es Larcomar

martes, 21 de agosto de 2007

Las 10 lecciones del terremoto

1.- Este desastre solo sacó a la luz otro desastre. La calamidad de los servicios que el estado presta. Los hospitales son una calamidad y la salud pública no existe.

2.- Si así es defensa civil cómo será la defensa militar...

3.- Las privatizaciones han aumentado nuestra vulnerabilidad. Miren nomás el colapso de Telefónica y la carretera concesionada Pucusana-Ica. Pagamos un horror para que Convial se llene los bolsillos. Electro Sur medio es una empresa argentina (Consorcio Hica) que no tenía ni un grupo electrógeno a la hora de la tragedia y demorará 20 días en restablecer el fluido.
4.- Lo único que funciona en este país es la solidaridad espontánea del hombre de a pie.

5.- Las redes sociales también han colapsado. El neoliberalismo es una mierda.

6.- Si el terremoto hubiera sido en horario escolar los niños muertos se hubieran contado por cientos de miles. El 95 por ciento de los colegios, -incluidos los que construyó el sátrapa japonés- se vinieron abajo en Ica, Pisco y Chincha.

7.- Las iglesias de Rat-singer son un pésimo lugar para estar durante un sismo. No vaya a misa y olvídese del sanguinolento señor de luren. Pachacámac era mejor.

8.- ¿Dónde están las mineras, financieras y grandes empresas monopólicas? Unos camiones con víveres no pueden ocultar que el empresariado no paga impuestos.

9.- El boom exportador de Ica estaba construido sobre la miseria de los trabajadores.

10.- ¿Entonces? Hay que dinamitar y demoler este estado neoliberal y neo-oligárquico. Perdonen la sinceridad, señores de la confiep, del apra y del opus dei.

lunes, 20 de agosto de 2007

el papa nazi, el terremoto de Pisco y el billete Vaticano

Ratzinger si hubiera estado en Pisco
La Iglesia Católica, dirigida por el papa nazi, Rat-singer, tiene un patrimonio de 430, 000 millones de dólares. ¿Saben cuánto ha donado al Perú con ocasión del terremoto? 250 mil dólares. Algunos nos preguntamos ¿No sería posible que pagara una indemnización a las familias de las víctimas de las iglesias que se vinieron abajo? Es lo menos que puede hacer esa gavilla de curas billetones. Y recuerde. No vaya a misa. Los templos son el peor sitio para pasar sismos.

"EXPRESO" MIENTE PORQUE TIENE MIEDO

La lata de expreso hecha con photoshop

Rafael Rey y "expreso" son unas ratas

En medio del dolor de cientos de miles de peruanos, esa basura periodística fujimorista llamada Expreso y el opus dei de Rafael Rey pretenden ganarse alguito denunciando etiquetas de Chávez y Ollanta en las donaciones, hechas burdamente con photoshop en la imprenta del diario de marras. Qué hijos de puta. Rafael Rey además denunció que las ONGS no llevan ayuda y solo se dedican a defender terroristas. Un verdadero malparido. Todo para ocultar la inoperancia del régimen aprista y del propio Alan García que minimizó el desastre la misma noche del infausto miércoles 15.
Las réplicas políticas del terremoto del sur peruano parecen ser más fuertes que los movimientos telúricos que prosiguen luego del cataclismo del sur. El Apra y sus socios ultraderechistas ven que el colapso del precario estado peruano se avecina y se llevará a esta clase política a la tumba. El terremoto no hace sino acelerar la descomposición del régimen y el estado. El pueblo, damnificado por el neoliberalismo y el terremoto no aguantará mucho. Una situación revolucionaria es inminente. Pero no es hora de hacer política sino de ayudar. Por eso felicito a los jóvenes del Perú que llegaron a la zona de la tragedia más rapido que los apristas, a los ciudadanos de a pie que siguen donando víveres y dinero.

viernes, 27 de julio de 2007

RIP BRYCE


Alfredo Bryce Echenique es un conocido escritor peruano que murió hace como veinte años. Después de "Un mundo para Julius", algunos cuentos memorables de juventud y quizá unos fragmentos de "Tantas veces Pedro" y Martín Romaña, nuestro narrador tomó la triste determinación de acabar con sus días. Temas agotados, estructuras narrativas endebles y facilistas, descuido y apuro en la escritura, y una serie de concesiones al mal gusto y la frivolidad de su clase social, que tan bien retrató en su primera novela, determinaron su deceso. Pero los críticos y editores le siguieron reventando cohetes ante cualquier mamaracho que publicaba, porque vendía, y escondieron su noticia de defunción, para no malograr el negocio. Ahora el fantasma del escritor se pela lo que encuentra, así que colegas, cuiden sus papeles y sus plumas.

lunes, 16 de julio de 2007

CARTA A ALAN GARCIA



Frente a la escena mundial, José Saramago ha dicho: “no existe ninguna democracia, no hay ninguna democracia, esto no es una democracia (…) Vivimos en un sistema plutocrático, donde las corporaciones industriales y financieras son las que gobiernan el mundo y nosotros estamos condicionados por todo eso y lo único que podemos hacer es quitar un gobierno y poner otro.”


Parafraseando a Saramago podemos decir que en el Perú no hay una democracia. Vivimos en un sistema plutocrático, y son las grandes empresas, los bancos, las mineras, los que dirigen desde puestos claves los destinos del país, a través de sus funcionarios neoliberales y gracias a la constitución fujimorista.


Alan García, estás viejo y quieres pasar piola. Crees que la mejor forma de concluir tu mandato es hipotecarte al discurso de los ricos. Estás equivocado. Así lo único que conseguirás es erigirte en un Piérola al revés, ya que este segundo periodo parece ser peor que el anterior. Triste destino. Tu narcisismo, tu inmerecida sobreestimación te impiden ver el rumbo de las cosas.


Ya nada es como antes, presidente. Es peor. Si tu anterior gobierno fue una tragedia, éste es una farsa. Los golpes a tu ego han dejado huellas profundas, enormes frustraciones, que te llevan a insultar al maestro de a pie, al huelguista, al comunero que reclama una carretera, al cocalero. Alan, no seas intonso, date cuenta que tienes a todas las provincias levantadas, a más de la mitad de los limeños en contra, que solo uno de cada cinco peruanos te acepta. Cambia tu política de alianzas. Si no buscas consensos te van a derrocar o vas a tener que matar 200 indios como Sánchez de Losada, para que finalmente también te saquen de palacio. Si sigues por este camino, no llegas a diciembre. No mates indios, Alan. Quedarás pésimo para la historia. Basadre se avergonzaría de ti.


Tú, el chico del eguren de Barranco que quiso ser el mejor orador y el mejor presidente de la historia, ¿matando indios y cholos y pueblo, igual que Sanchez Cerro mataba apristas en Trujillo? No, Alan. Los buenos políticos saben hacer cambios de timón. Si quieres conservarte en el poder dile a la confiep que su programa es inviable, que hay que subir los sueldos, que se necesita una economía de guerra para sacar a la pobreza a la mitad de la población peruana. Que el estado debe ser árbitro entre las clases. Que las sobreganancias de las empresas tienen que ser redistribuidas. Que viva la inversión pero sin contaminar, sin hacer oligopolio, sin salarios de hambre. Digo estas cosas con convicción pero sin esperanzas. Seguramente a esta carta se la llevará el viento y tú no oirás consejos, te aislarás en tu corte versallesca, mientras los pobres ocuparán las calles y alamedas, las fábricas y minas, y cortarán carreteras pidiendo tu cabeza y una asamblea constituyente.
Atentamente, Rodrigo Núñez Carvallo

jueves, 12 de julio de 2007

RENUNCIA DE LA DOCTORA DRAKULA

Los abajo firmantes, intelectuales, artistas, y personas interesadas en el quehacer cultural nos dirigimos a los ciudadanía, a los organismos de la sociedad civil y a todos los sectores de la sociedad peruana para exigir la renuncia de la doctora Cecilia Drákula de Moska, a la direccion nacional del INC. La referida funcionaria miembro del nefasto Opus Dei censuró las caricaturas del prestigioso artista Piero Quijano, presuntamente por presiones militares. Declaramos asimismo a la doctora Drákula persona non grata a las letras y a las artes, por creer que la cultura nacional es su chacra, o su secta, olvidando que el INC debería representar los altos intereses culturales de la nación. Lima, 5 de julio de 2007

(SI ESTÁ DE ACUERDO FIRME EN http://www.rodrigonunezcarvallo.blogspot.com/ )

Rodrigo Nùñez
Armando Arteaga
Winston Orrillo
Eldi Toro López
Linda Lema Tucker
Wily Gomez
Rosina Valcárcel
Julio Carmona
Roger Santibáñez
Leo Casas
Juan Cristóbal
Carlos Angulo
Alberto Alarcón Olaya
Cristina Castello (Argentina)
Diana Cornejo Arèstegui
Rolando Sifuentes
Bernardo Alvarez
Raùl Isman (Argentina)
Yvàn Sauri
Dalmacia Ruiz Rosas
Javier Arèvalo
Josè Bustos (Nantes-Francia)
Harold Alva
Rosa Marìa Mosquera
Gloria Davila E.
Domingo de Ramos
Mario Gutiérrez Olórtegui
Carmenrosa Vargas
Alberto Valdivia Baselli
Silvia Vidalón
Guillermo Vásquez Bresani
Florentino Díaz Ahumada
Sophie Canal
Gonzalo Nieto Degregori
Francisco Padilla Padro
Nora Robles Montenegro
Karen Bernedo
Jorge Mesía Rengifo (Alemania)

Enrique Vásquez Sifuentes

miércoles, 4 de julio de 2007

NOVELA DE CELULOIDE / La familia de Rafael



Ota se posa encima del refrigerador, después de dar un salto sobre una silla y derriba un florero. Sus hijas deambulan por los pasadizos jugando con una cucaracha. El malgeniado de Shamán da vueltas neuróticamente en el cuarto donde alguna vez fue el taller de cine. Rafael quiere a todos pero sin lugar a dudas Numa es el engreído. Numa, que es hijo de Shamán y de Ota, se ha vuelto como su hijo predilecto. Duerme en su cama y al amanecer le hace cosquillas en los pies para que le sirva el desayuno. Pide su mazamorra de leche, cereal y atún para fortificar los huesos, porque todavía es un mozalbete, pero en verdad lo que quiere es su paseo matinal. Salir a jugar al patio, lanzar pelotas de goma, saltar por los barrancos y luego caminar sobre las tapias sin soplar las hojas del ramaje.

De vuelta a casa, Numa se introduce en la tina y pide que le abran la llave del agua con un gruñido. Es la hora de la limpieza general. Rafael vestido con su mameluco amarillo baldea los dormitorios y debe proveerse de una silla y una escoba para asear la habitación de Shamán. Arrinconado en una esquina éste brama y amenaza. La escoba le hace recordar las palizas que le propinaban de chico. A media mañana Rafael ya tiene que pensar en el almuerzo. Necesita un montón de comida. Entre treinta y cuarenta kilos de carne o de pescado. Se va al mercado y todos lo despiden con una mirada de tristeza. Como si no fuera a volver…

Antes de irse, Rafael deja su ropa sucia al alcance de los alojados. El olor de sus prendas los tranquiliza. Cuando regresa, todos olfatean su presencia a dos cuadras de distancia y comienzan a chillar. Rafael prende el equipo de su camioneta a todo volumen para que los vecinos no se alarmen. Cambia de casete. El triple concierto de Beethoven deja paso al Gran Combo.

Abre las puertas del comedor y todos se abalanzan sobre la carne dispuesta en tres grandes bandejas de lata. Sentados a la mesa los trece comensales tragan trozos en trece grandes tazones hasta hacer trizas huesos y espinazos. Luego se limpian con las manos, hacen una reverencia y parten a sus catres de paja. Sólo Shamán come solo en su habitación de barrotes. Nadie soporta sus malos modales.

Tocan el portón. Entra Claudio Baschuk conmigo. Pasen, no se asusten. Veníamos a hablarte porque queríamos hacer la película en tu casa. Nos han prestado la cámara de 16 milímetros de la universidad. La arriflex luce impecable en su maleta de aluminio y cuero. La abrimos y vamos desentrañando los misterios de este juguete de ilusiones. Un zoom, un trípode, baterías y carretes, y cientos de aditamentos indescriptibles. Al fondo hay una claqueta alemana. Hermosa. Nos hemos conseguido también mil pies de película kodachrome. Te acuerdas que te hablé hace un tiempo.

Lo primero que quiero es la imagen del descalabro. La decadencia, el deterioro y la pobreza. El descuido, el desgaste y la desidia sempiternos. Las cañerías rotas, las improvisadas ventanas, las sucesivas demoliciones que pueblan la casa. Pasadizos hundidos. Divisiones mal hechas, escaleras apuntaladas, techos caídos y cornisas amenazantes. La estructura amarradita con alambre y palos. El crujir de la madera contra el adobe sobre el vacío del acantilado. La ingravidez de lo viejo. La osadía de la columna apolillada. Sí. Misma casa de piratas. Cómo expresar en imágenes los millones de pasos acumulados en cada tablón. La factura del tiempo, la podredumbre de los días. La caña y el fango del adobe muerto, la paja enardecida, la sequedad del pino, el polvo, el hollín, la eterna quebrazón de la materia. Y en medio de esa lenta agonía, tú gordo, impertérrito, hablando, limpiando, barriendo, reparando lo imposible porque has tomado la terca determinación de no sucumbir hoy.

La cámara ya está instalada sobre su trípode. Pipo la prende usando una batería asida al cinto. Hace algunos planos de prueba. Te acuerdas Rafa, que dejé aquí una camarita panasonic la vez que hice el clip de la araña. Sí, la tengo por ahí. Espera. No importa. Necesito una cámara de utilería nada más. Te la traigo. Acuérdate que se trata de una metapelícula. Es decir una película sobre otra película. Un film sobre el film que estoy haciendo ¿Me das una mano, Claudio? Pipo retrocede, se quita la batería de la correa y se la entrega. Necesito que filmes mi entrada a la casa. Pliz, capta justo el momento en que comienzo a grabar con la panasonic. Cómo no, señor director.

A Claudio le cae el sudor de la frente. Empaña sus anteojos y el visor. Enfoca bien, no tiembles. No puedo. Ese personaje me raya, Pipo. Es la primera vez que Claudio ve a Numa pasear libremente por toda la casa. Camina despacio. No traspases la distancia de protección. Ni lo asustes acercándote bruscamente. No te pongas nervioso, loco.

Rafael se acomoda en un inmenso bergiere desvencijado frente al ventanal y Numa se arrellana a su lado. Claudio enciende la uher y acerca el micro. Numa abre su enorme boca y emite un largo y feroz gorjeo. Comprueba que haya sincro. Tres, dos, uno, rodando. A veces siento que me escasean las fuerzas, dice Rafael mientras acaricia la nuca de Numa. ¿Por que siempre me pasarán estas cosas? Si yo lo único que hice fue comprar a tu madre en el mercado central. El vendedor me la remató en cien cocos. Estaba escondida en un costal de harina y me miró con sus ojos amarillos como diciendo, tú eres el único que me puede salvar. Por favor. Sácame de acá.

Sigue, sigue, está perfecto.


(si quiere seguir leyendo comuníquese con el autor)

miércoles, 27 de junio de 2007

El sembrador de huarangos



nuevo nuevo nuevo nuevo nuevo nuevo nuevo nuevo

Un hombre vive en el desierto sin más compañía que Rayo, -su perro- y sus huarangos. Una ficción que describe el mundo de los carboneros iqueños que arrasan con los maravillosos bosques de este algarrobo del sur.


Editado por Antares, artes y letras. Lima, 2007. Pedidos: antares@perucultural.org.pe

La comedia del desierto. PEISA, Lima,2002.


martes, 26 de junio de 2007

umbral
revista del conocimiento y la ignorancia.
Directores: Alberto Benavides G./ Rodrigo Núñez Carvallo.
Pedidos: antaresayl@terra.com.pe / antares@perucultural.org.pe.
Puede consultarse la versión digital en : http://umbral.perucultural.org.pe


Acuarela. Arco de la Indapendencia, Huamanga.20x30 cm

La noche interminable


Un día de julio de 1999, desperté a las diez de la mañana, como de costumbre. Prendí un pucho y comprobé la hora en mi reloj. Me restregué los ojos y deduje que el sabor amargo de mi boca provenía de los muchos alcoholes de la noche anterior. Me levanté y abrí las cortinas de las ventanas de mi habitación del hotel América. Quedé consternado cuando descubrí que el sol no había salido. No era que la lluvia o las nubes ocultaran los rayos solares. No. El sol no había aparecido por el levante. Asustado salí a la calle. La multitud corría desconcertada y se refugiaba en las iglesias. Los soldados se apostaban en las esquinas y las tiendas no habían abierto. Hasta el sol se ha declarado en huelga, oí decir a un borracho que andaba de boleto. Llegué a la plaza de armas y observé atónito a miles de personas que elevaban sus plegarias en medio de un descomunal desorden. Todo parecía consumado. Para qué rezar, pensé, si ya tantos lo hacen. Me senté en una grada de la prefectura e intenté comprender como sería mi fin. El frío se iría incrementando con el paso de las horas. Hordas de pobladores saquearían los mercados y ejércitos de muchachos destruirían puertas y ventanas, en busca de leña para calentarse. Los niños se matarían por un pan. Las plantas dejarían de realizar su función clorofílica. Ni siquiera veríamos la luz reflejada de la Luna. El mundo sería una noche interminable.
Hacia el atardecer —es un decir, porque ya nada se ocultaba en el poniente—, el obispo Cipriani se dejó ver en el atrio de la catedral y, con lágrimas en los ojos, pidió resignación a la feligresía en pánico. Inmediatamente salieron en procesión el Cristo de la Agonía y la Dolorosa por la calle Asamblea. A la luz de muchos cirios encendidos, comprobé que los dioses solo servían para conjurar el miedo a la muerte. En medio de mi agnosticismo, me rebelé ante esta idea y me devané la tutuma intentando encontrar una solución para esta desgracia cósmica. Si el reloj de este sistema estelar había colapsado, debería existir una manera de contrarrestar el caos que se avecinaba.
Al nuevo amanecer —es otro decir, porque desaparecieron albas y crepúsculos—, los llantos y los gritos se acallaron. Sobre la ciudad se abatió un silencio profundo, solo roto por lamentos de clemencia.
Conversando con Obed Villavicencio —a la sazón cachimbo de la San Cristóbal—, se me prendió la lucecita. ¿Y si creáramos miles de soles artificiales? ¿Te imaginas? ¿Piensas acaso falsificar dinero? No, huevas. Hablo de campos de maíz alumbrados por los postes de la calle. Nada de consumo doméstico de electricidad bajo pena de arresto. Todos los ticos y los micros convertidos en grandes calefactores. Inmensas lámparas en las punas para producir granos y tubérculos, y para que no se mueran las alpacas con las temperaturas de menos 50 grados celsius. Yo creo que la hacemos, Obed.
Nada que ver, Rodrigo. Obed, muchacho avispado, me hizo ver inmediatamente las limitaciones de mi pensamiento. Hay un gran problema. ¿De dónde sacamos la corriente? ¿Tú crees que seguirá funcionando la hidroeléctrica del Mantaro? Ni hablar. Además de las tinieblas, habrá sequías y los océanos retrocederán. Una terrible glaciación. Un brutal enfriamiento. Igualito al recalentamiento global pero al revés. El ciclo del agua se interrumpirá. Los bosques de la Amazonía dejarán de ser los pulmones del planeta. No habrá evaporación, ni nubes, ni nada. Un invierno perpetuo. Puta, que nos jodimos, cholo. Los casquetes polares se extenderán hasta los trópicos. Las nieves del Rasuwilka llegarán hasta el mirador de Acuchimay.
Mi pensamiento hace un crac y me pongo a pensar en los relojes. Observo mi casio bamba. Pienso en tirarlo, pero Obed me explica que es nuestra única referencia temporal. Me guardé el reloj en el bolsillo.
Solo nos queda huir hacia adelante. Obed hizo el cálculo de cuánta gente podría salvarse si nos apropiábamos de toda la madera del planeta. Diez mil personas podrían sobrevivir durante cinco meses. Si encima nos apropiáramos de todas las reservas petrolíferas unos diez años. Veinte, si redujéramos la población a solo cinco mil personas, siempre y cuando se tratara de hombres disciplinados y talentosos. Obed tomó su flamante celular y se comunicó con un suizo de la cooperación internacional. Mi amigo cerró su fonoladrillo y esbozó una sonrisa. Rodrigo, hay una posibilidad entre millones para que nos seleccionen dentro del grupo de los elegidos. Yo, como futuro especialista en camélidos sudamericanos, y tú, como editor de revistas. Seremos parte de los cinco mil privilegiados de Survival International Group. En Suiza ya están designando a los cinco mil patas imprescindibles para que nuestra especie resista la extinción del sol.
Estaba en estas disquisiciones cuando tocaron a mi puerta. Era Alberto, que me buscaba para que escuchara su clase sobre Platón. Una sensación de alivio recorrió mi cerebro alborotado. Me has interrumpido una horrible pesadilla, gracias. Eso te pasa por levantarte tarde. Haragán, ocioso, vaca podrida. Miré de nuevo mi reloj. Seguían siendo las once. ¿De la mañana o de la noche? Lo agité. El secundero estaba paralizado desde hacía horas. Luego, comenzó a rotar con cierta parsimonia. Me lo arranqué de la muñeca. Reloj de mierda, murmuré. Respiré hondo y me alegré de que nada de lo soñado fuera cierto. Inmediatamente le conté mi sueño a Alberto. No quería que se me olvidara. Alberto me escuchó con atención. Está lindo para un cuento. Sigue, sigue. Saca todas las conclusiones. Métele más acción. Te puede salir de la puta madre.
Durante días me senté en la computadora tratando de poner por escrito la historia de mi sueño. Cuando le leí el cuento ya escrito a Alberto, grande fue mi desilusión. Mejor estaba cuando me lo contaste. Es muy obvia tu metáfora de Huamanga y la muerte del sol. Pero qué puedo hacer. Algo del alma de los huamanguinos se ha colado en mi sueño. Es lógico. En 1999 todavía se respiraba acá un clima de terror y de muerte.
¿Dónde estará aquel cuento que entonces escribí? Nunca más lo encontré, pero algo de él quedó en mi inconsciente. Esta madrugada, el mismo sueño me persiguió. Al despertar, sentí que la desaparición del sol tenía otro significado. La noche interminable era la ignorancia y la falta de conocimiento. Qué bruto. Platón lo plantea así en el quinto libro de la República. El saber es como una bengala. Como un sol, como el día. Entonces comprendí que mi cuento estaba redondo y elíptico. Despierta, carajo. Me vas a hacer perder mi clase.

Nueva publicación de Antares

El sembrador de huarangos

Siempre me intrigaron los desiertos. No tenía más de veinte años cuando un día me alejé de la carretera y me eché a andar cargando una mochila, varias cantimploras, y un montón de chocolates. Recorrí enormes pampas, tablazos sin fin, soledades inmensas. Al tercer día me encontré huyendo del paisaje y de la fatiga. Al filo de la noche logré acampar entre los restos de una huaca, y comprobé que me había que-dado sin agua. Era preciso con-seguirla a cualquier precio.

Antes del alba reanudé la marcha. Después de cinco horas, seguía sin encontrar ni una gota de agua. Seguí ca-minando sin muchas espe-ranzas pero con una dirección precisa, que no me llevaba a ninguna parte. Cada vez que miraba a mi alrededor ob-servaba la misma sequedad, los mismos parajes mustios. Consulté mi brújula y miré al ocaso. De pronto, divisé una pequeña silueta negra, que tomé por el tronco de un huarango. Apuré el paso a pesar de mi cansancio. A unos cien metros me di con la sorpresa de que se trataba de un pastor. Junto a él, unas treinta cabras y ovejas descansaban sobre las piedras. Más atrás un perro dormía, aprovechando el fresco de la tarde.

El hombre me dio de beber de una calabaza y después de caminar un buen trecho llega-mos a su vivienda, entre las faldas de una lomada. La casa de piedra y quincha estaba sombreada por unos grandes huarangos. Los corrales, hechos de cañas, lucían ordenados y pulcros. En el centro de la arboleda había una surgencia natural que proporcionaba un agua clara y transparente. Me mojé la cabeza y seguí be-biendo.

Cuando entré en su casa, me sorprendió que los platos y la rústica mesa estuvieran limpios. La cama lucía tendida y había algunos libros en un estante. También reparé en su ropa. El pantalón tenía grandes re-miendos, pero se notaba recién lavado. Al cabo de un rato, mi hospitalario amigo reavivó la llama del fogón y compartió su sopa. Casi sin hablar fue to-mándola. Luego, preparó unos panes con queso y me dio a escoger entre las frutas que había en una canasta. Cuando le ofrecí un cigarrillo me dijo que no fumaba. Enseguida llenó el tazón del perro y este se acercó con parsimonia. Rayo, tan silencioso como su amo, era amistoso pero no servil.

El sol se ocultó bruscamente y ambos dimos por sentado que me quedaría a pasar la noche. El poblado más cercano estaba a un día de camino y solo eran chozas de carboneros que vivían en la penuria más absoluta. Armados de motosierras, arra-saban los bosques de huarango y luego vendían su cargamento a una mafia de camioneros, que distribuía el carbón entre las pollerías de Lima. La tala des-pertaba las ambiciones más desmesuradas. Excitados por el licor, rivalizaban por un pedazo de bosque o unos sacos de leña, y llegaban hasta el crimen para dirimir sus disputas. Y los ventarrones aumentaban la zo-zobra y dicen que atacaban los nervios.
El pastor prendió su petromax y vertió un cerro de vainas de huarango sobre la mesa. A la luz del lamparín, comenzó a ob-servarlas una por una, se-parando las mejores, las más grandes y relucientes. Pasaron largos momentos y no cruzamos palabra. Le ofrecí ayuda. Cor-dialmente, me respondió que ese era su trabajo y en vista de la concentración con que se entregaba a su tarea, no insistí. Luego rompió la cáscara de las vainas y extrajo las semillas duras y ovaladas. Volvió a se-leccionarlas y fue contándolas. Cuando hubo terminado de reunir mil semillas perfectas, puso fin a su labor y me preparó un rincón. Allí tendí mi saco de dormir

jueves, 14 de junio de 2007

Visión en Ayahuasca

Acuarela 30x40cm

"El río Ucayali"

Acrílico sobre canvas 30x120cm

Novela de celuloide (fragmento)

Odio el arte simbólico en el que la representación pierde todo movimiento espontáneo para convertirse en máquina, en mera alegoría.
Luigi Pirandello. Prefacio a seis personajes en busca de autor.
El cine es la escritura de las imágenes
Georges Bazin, fundador de Cahiers du Cinemá

Capitulo uno
Eres un desperdiciado. Ésas fueron las últimas palabras de Cristina cuando me fui de la casa. Desperdicio, basura, todo lo que no sirve o ya se echó a perder. Perderse, seguro que yo estaba perdido. De acuerdo, Cristina. Soy un desperdiciado. No tengo nada que hacer al lado de una mujer tan sensata y triunfadora. Me voy. Quédate con todo, no me importa. Quédate con la casa, con la chacra, con los muebles, y con la cebichería que pusimos juntos. Sólo quiero mi vieja camioneta y mi libertad para seguir fracasando. Y ver a mi hijo cuando me dé la gana.
Aquel ciclo maldito de desamor, rabia y desamparo tenía que ser roto. Antes de tirar la puerta mis ojos se detuvieron en la mochila roja de Ramón. Arrancarme. Sí, ésa era la voz. Dos días después me encontraba en una comunidad shipiba con la misma mochila infantil, buscando a un shamán en medio de un ataque furioso de zancudos vespertinos. No fue difícil dar con su cabaña porque era la más grande de todas. Le dije entonces que quería tomar ayahuasca y rápidamente convenimos en la hora: una vez que anocheciera. Cuando volví el maestro Miguel Rengifo estaba recién bañado y envuelto en un enorme cushma blanca. Su pelo chuto negrísimo caía de costado sobre su nariz aguileña, ocultando uno de sus ojos rasgados. Pidió cigarros y un poco de aguardiente. Había luna llena.
Sírvame un poquito más, maestro. Todavía no siento mucha mareación. Creo que como soy grandazo necesito una dosis más potente. Rengifo entonces me ofreció otro vaso, y me dieron unas ganas indescriptibles de cagar. Salí a la noche iluminada y un sendero me condujo a la letrina. No estuve mucho rato en posición de cuclillas, pero en aquellos minutos me sentí feliz de pertenecer a este planeta, bañado por la luz de su satélite.
Seguro tienes mal de amores, me dijo cuando me instalé de nuevo bajo el mosquitero de su maloca. Si ves tigres o anacondas no te asustes, me alertó. Son tus miedos. Es un viaje, déjate llevar por él, que al final, ya no serás el mismo. Algo de ti se ha perdido, pero algo encontrarás que no buscabas.

Llevado por la suave mareación no sentí temor alguno. Mas bien la visión comenzó a pasar delante de mi mente como si fueran paisajes en movimiento, verdes, azules y violetas, encajes, velos que insinuaban otras realidades detrás de los colores, una impalpable transparencia de innumerables significados. Corrieron las horas y yo seguía empeñado en descifrar la clara verdad qué surgía entre las bobinas de la mareación. Como si se proyectaran múltiples películas sobre el mismo écran, teniendo como fondo musical los ícaros que cantaba el maestro. Después intenté dormir. Vano esfuerzo. Las visiones se fueron desvaneciendo lentamente con las horas y cuando acabaron me dieron ganas de partir.
Me subí en la primera combi que encontré. Pero antes de partir le di cien lucas a Rengifo. Asombrado, en medio de su modestia, entró brevemente a su cabaña y me regaló una bolsa de tela pintada. Dentro había un frasco. Le extendí la mano y me despedí. Él me abrazo. Yo no conozco Lima, amigo Rafael. Te voy a ir a visitar.
En Pucallpa me tomé un barco. Durante seis días me dejé arrullar en mi hamaca por el culebrear incesante del Ucayali, recordando las tonalidades del ayahuasca. Azules, verdes y lilas. Vivos colores que se encaramaban en los árboles y nos empequeñecían como hombres. Hasta el cuerpo del delfín rosado, que esporádicamente surgía del agua, parecía extraído de la misma visión tornasolada. Solo al atardecer percibí que los verdes cedían y después se extinguían bruscamente. Era la hora de subirme al techo de la cabina de mando, casi encima de la proa, y contemplar la oscuridad salpicada de grillos, estrellas y esporádicos balazos, que el capitán lanzaba al cielo para alejar a los piratas del río.
El día de San Juan acoderamos en Contamana. El barco atraca en el muelle y subimos a celebrar con los lugareños. Fuanes, ríos de cerveza, y explosiones de cumbia amazónica. A la mañana siguiente entramos al canal de Panaihua. Los cursos de agua se ensanchan, avanzan y retroceden. Los brazos de río y las cochas se multiplican. Finalmente el Ucayali y el Marañón se abrazan para formar el Amazonas y el gigantesco torrente aquieta nuestros espíritus. Estamos suspendidos en las aguas de la vida. Casi no hablamos, ni comemos, ni hacemos nada. Solo sortear las dilatadas horas del trópico.
Una mañana, el ulular de sirenas y los gritos de los estibadores, me arrancan de mi verde y sudoroso letargo. Hago el trayecto del puerto a la ciudad de Iquitos en una mototaxi y encuentro a todo el mundo alborotado. Werner Herzog ha ocupado la ciudad para filmar Fitzcarraldo y trae a una sarta de estrellas famosas. Entre los azulejos de la prefectura uno puede encontrarse con la vaporosa y otoñal Claudia Cardinale, mientras Mick Jagger se droga en todas las cantinas de la calle Putumayo. Cada gringo viejo que sale de la casa de fierro se me alucina Jason Robards, el actor que hará de cauchero y amante de la ópera.
Me encuentro con Jorge Vignati, que es el director de fotografía, en un bar de la plaza. Salud Jorge, Salud Rafael. Vamos ahorita al hotel y te presento al encargado del casting. El tipo me toma fotos. Me coloca un sombrero en la cabeza. Me pone dos chimpunes de utilería al cinto. Podría volver mañana, me pide en un pésimo castellano. Al día siguiente ya estoy convertido en el guardaespaldas de Fitzcarraldo, es decir de Robards. Al rato me presentan a Werner Herzog. Me dice que no hay guión escrito pero que la película está en su cabeza. Y que cada mañana le dicta a la script las escenas que quiere filmar. En un inglés marcial me ruega: Give me the best of your self.
En el comedor del Hotel de Turistas me sientan junto a Jason Robards. Hablamos del tiempo. Cómo hacer otra cosa si llueve a cántaros desde hace dos días. Afable, parco y melancólico, Robards parece asustado por la ferocidad del paisaje y los miles de kilómetros que lo separan de su casa. Para tranquilizarlo le cuento historias de la selva, que alguna vez le escuché de niño a mi abuelo portugués. Durante los largos descansos me exige más historias. A little bit more, repite.
Me siento importantísimo. Aunque no digo una palabra, porque no tengo ningún parlamento. A la semana Jason Robards es mi yunta y la Cardinale me saca a bailar cada vez que se arma la juerga, lo que es muy frecuente. Me gustan los hombres grandes, me confiesa una noche. Tenemos nuestros arrumacos, pero es una lástima que ya no sea la Claudia de mi juventud. Teme estar desnuda con la luz prendida y tapa la celulitis con el satén y las blondas. Caro Rafo, io sono una donna miglionaria y bella. Tu un ragazzo sin ofizzio ni benefizzio. La combinazione perfecta. Termino huyendo de su acoso durante todo el rodaje. Y encima está Mick Jagger tarareando satisfaction con los ojos vidriosos y lleno de muecas. Todas las madrugadas toca mi puerta y siempre pide trago o un par de chutes. Me vuelvo imprescindible para el jefe de los Rollings y para Herzog. Necesito a ese peruviano que arregla todo con pita, dice el director cada vez que el rodaje se interrumpe, porque la grúa se jode o el dolly se atraca. ¿No quieres venirte a Alemania para hacer la maqueta del barco y filmar en miniatura algunas escenas? Encantado Werner.
Lo peor está por venir. La producción ha construido una especie de estudio en la jungla, a quien todos llaman selvacittá. Un plató en el último rincón del planeta. En lo más profundo del bajo Marañón. A ocho horas en bote de cualquier sitio. Sin un teléfono a mano. Allí Herzog se pelea con todo el mundo. Con el mexicano Resortes, con un suizo llamado Mario Adolph que salía en las películas de 007, con el divo del Jagger, con Sarah Bloom la vestuarista que se niega a lavar todas las noches el único traje de lino blanco de Fitzcarraldo. Discute también con el jefe de cámara, que es mi amigo Vignati, al que se le han humedecido un montón de rollos tras otro diluvio estival. Robards entra en pánico. Demasiado desorden para un gringo. Se olvida de los parlamentos que Herzog dicta al desgaire y la fatiga lo consume. No come hace días y la fiebre lo consume porque el servicio es deplorable.
La tensión se multiplica. Para colmo los aguarunas-huambisas quieren que nos vayamos. Amenazan con quemar las barracas donde nos alojamos técnicos y actores. Ya me veo huyendo de las cerbatanas envenenadas, entre las corrientes y meandros del río. Tienen razón. No quieren ser invadidos por una recua de crudos que los obligan a cargar un enorme barco de vapor hasta una colina, para luego desbarrancarlo por la otra ladera.
Robards está con fiebres palúdicas y Mick Jagger no soporta la diarrea, el calor, ni la pobre ración de alcohol y de drogas. Herzog hace oídos sordos a los reclamos, para reproducir con el mayor realismo la épica de Fitzcarraldo, pero solo logra que Mick Jagger explote y le lance un contundente mother fucker. Estalla el motín en el plató.
Robards y Mick Jagger rescinden el contrato y se van chutando en la primer bote que pasa por el río. No va más Fitzcarraldo. Entrará en ese limbo de neblina donde descansan las películas que nunca se terminaron, las que jamás fueron montadas, aquellas que nunca serían exhibidas. Las luces de tungsteno se apagan, las cámaras se detienen, los grupos electrógenos dejan de susurrar. Abandono selvacittá. El elenco se dispersa pero Herzog no se amilana. Marcha a Europa, consigue más billete y contrata a Klaus Kinski. Este alemán aventurero y fanfarrón queda perfecto como Fitzcarraldo. Mucho mejor que Robards que nunca se metió en el papel.
Kinski conocía de sobra las extravagancias de Herzog, porque eran amigos desde infancia. Antes habían trabajado juntos en Lope de Aguirre, el azote de Dios. Cómo olvidar a ese conquistador desquiciado en su goleta de harapos invadido por los monos.
Herzog volvió al cabo de seis meses cuando ya nadie lo esperaba. Desechó casi todo el material filmado, rehizo el personaje de Fitzcarraldo y botó al tacho el de Mick Jagger. Prácticamente hizo la película de nuevo. Todas las escenas donde yo salía fueron eliminadas. Qué frustración no verme nunca. Como si todos esos días con Robards, Jagger y la Cardinale, jamás hubieran existido.

La historia de Bibi.
Estaba casi a punto de regresarme, con el pasaje en la mano, cuando un fresco olor de pubertad llegó hasta mi mesa. Una chiquilla del malecón se me acercó mientras tomaba una cerveza y me dijo con su voz menuda: Tú debes andar caliente. Vamos a hacer el amor, papá. No tendría más de catorce o quince años. La observé con detenimiento. Dudé. Era la Lolita de Kubrick, la pretty baby charapa de Louis Malle. La observé mejor. Llevaba una camisa pintada con pájaros y flores, que traslucía el leve volumen de sus tetitas doradas. Bajé la mirada. Un short cortísimo delataba su piel mojada y suave, como de gamitana, y su culo erguido de animal de monte.
Quedamos en vernos en el hotel a la hora de la siesta. La esperé largos minutos. Un calor de los mil diablos que sólo aumentaba la sed, el sudor y las ganas. Abrí las ventanas de par en par, prendí el ventilador, y tocaron a la puerta. Una respiración agitada la acompañó mientras se desnudaba y se metía a la ducha. El agua corrió largamente mientras yo divisaba a través del espejo de la cómoda su quebrada silueta. Apenas se insinuaba el vello sobre el pubis y sus glúteos parecían tensarse por la proximidad entre ambas nalgas.
Mientras se bañaba me tomé el frasco del shamán de Pucallpa. Recordé los cantos que me guiaban en medio de mi bosque, los ícaros que parecían los sonidos de una ópera . Pronto volvió la misma mareación que había sentido con el brujo, mientras Bibi se jabonaba eternamente. El sexo, la selva y la visión. Cerré las persianas y cuando ella se echó sobre la cama me quedé pegado a su piel recién lavada, al sudor vegetal de sus axilas, a la dulce lubricación de su conchita. Absorbí el aroma de cada poro, de cada pliegue. Descubrí los cambios de coloración de su cuerpo de arcilla. Luego quedé deslumbrado por su vientre que terminaba en una carnosa y húmeda flor roja.
Me dejé arrastrar por el camino delirante de los insectos. Busqué la savia, los estambres y la miel. Mordí apenas sus labios como pétalos macizos y compactos. Succioné una orquídea carmesí henchida de placer. Una bromelia dispuesta a expeler hasta la última lágrima. El viento de la excitación arreció las copas de los árboles. Una ráfaga de tiempo. La anaconda se irguió entre las lianas. y las sombras inmemoriales del bosque. En el abismo verde tornasol rugieron las fieras manchadas de deseo, Vino la noche, la muerte tropezó con dos seres copulando y siguió su marcha entre la jungla. Yo me quedé recordando la turgencia de las corolas y los sépalos, el vago perfume de los pistilos. Después de un rato volví a su boca, imitación exacta de la flor que habitaba entre sus piernas.
Al amanecer exclamó: me duele mi chuchita, papá. Finalmente husmeé entre sus nalgas de apretada redondez. Indagué en su culo y fui abriendo el camino con mi saliva. Extenuado me quedé dormido en aquella quebrada prominencia. Cuando desperté ya no estaba Bibi, Ni mi billetera. Pero me habia quitado a Cristina de la cabeza.
En ese momento recordé las palabras del shamán: es un viaje. Déjate llevar por él, que al final ya no serás el mismo. Algo de ti se ha perdido, pero algo encontrarás que no buscabas.