viernes, 18 de junio de 2010

LOS NUEVOS GUANEROS DEL GAS: No a la exportación

La historia se repite. Nuestros recursos naturales terminan dedicándose al enriquecimiento ilícito de cuatro trasnacionales petroleras y una collera de sinvergüenzas nativos aupados al estado. Ya no se trata de la caca de las aves guaneras, sino algo más importante, el gas de nuestra selva.
En los noventa revirtió al estado el lote 88 de Camisea, después de que Schell desistiera de seguir el proyecto tras invertir 300 millones de dólares. Ello permitió que el gobierno de Paniagua destinara esta producción exclusivamente al mercado interno, ganando la licitación el Consorcio Camisea (Hunt Oil, SK Energy de Corea, Pluspetrol, Techint). Posteriormente se descubrió más gas en el lote 56. Este yacimiento fue asignado a Repsol, por adjudicación directa.

A finales del gobierno de Toledo, sin embargo se firmó otro contrato entre gallos y medianoche, ahora para la exportación del gas, con Perú LNG. Este conglomerado empresarial está integrado también por Hunt Oil y SK Energy de Corea, en mayoría, además de una participación más pequeña de Repsol y Marubeni. Pero como las reservas del lote 56 no eran muy grandes no se les ocurrió mejor cosa que conseguir “prestarse” dos billones de pies cúbicos del lote 88, cosa expresamente prohibida por ley, ya que este yacimiento estaba destinado a garantizar el abastecimiento del mercado interno por un “horizonte permanente” de 20 años.

Como ha denunciado Humberto Campodónico, los mandamases de Perú-LNG lanzaron una ofensiva lobbista usando a conocidos ministros toledistas para cambiar todo el ordenamiento legal de entonces. Cuánto cobraron Quijandría y el gringo Kuzcinski en cuentas offshore es un misterio, pero lo cierto es que le tendieron la mesa a este consorcio con un contrato tramposo ya que exportarán nuestro gas comprándolo al consorcio Camisea (del que también participan) a un precio irrisorio. Menos de la mitad de lo pagan los termoeléctricas. Típica jugada monopolica. Hunt Oil (que es miembro a la vez del consorcio Camisea y de LNG Peru) le compra a Hunt Oil a un precio inferior al del mercado interno y después lo revenderá a precios muy por encima, obteniendo una sobreganancia exorbitante. Pingüe negociado el de estos granujas.

¿Cuál es el objetivo de Perú-LNG? Hurtarnos, usurparnos, apropiarse de la renta gasífera que es de todos los peruanos por provenir de nuestro suelo, y generar una inmoral sobreganancia con el juego de los precios. La riqueza nacional del gas irá como por un ducto a los bolsillos de esta empresa perversa e inescrupulosa. Recordemos que Hunt Oil, con Halliburton fueron instigadoras de la guerra de Irak para apropiarse del petróleo del Medio Oriente.

Venderle a precio de huevo nuestro gas a la empresa Perú-LNG, y con magras regalías además, para que ésta después obtenga ganancias siderales es puro entreguismo, antipatria de tintineante sonido metálico, ratería de baja estofa. Se están cargando el gas y solo el sur protesta. Nuestras reservas son menores a lo estimado y los “técnicos” del ministerio de Energía y Minas han tenido que inventar todo un laberinto semántico para justificar este despojo. Ahora resulta que las reservas recuperables son lo mismo que las reservas comprobadas. Vaya galimatías de estos nuevos consignatarios, de esta “rosca” instalada en el centro del estado y que hoy cuenta con la activa participación de los apristas que quieren estar en la repartija del botín. A mí que no me digan que los petro-directores y el ministro Pedro Sánchez no están en la colada. Que el patrocinio de Perú-LNG no tiene precio. Que Alan no recibirá su Alita.
Siempre me he preguntado qué promueve esta alianza entre empresas estafadoras y una gavilla de burócratas arropados con el más sofista lenguaje neoliberal. Solo tengo una respuesta: cuentas secretas en paraísos fiscales, mientras para el ciudadano común este robo del gas significará menos escuelas, peores sueldos, una atención de salud de muerte, ver fugar la riqueza ante nuestros ojos estupefactos.

Hoy como ayer aparecen los consignatarios del gas urdiendo el gran megarrobo del siglos XXI, a cuya sombra el botín del guano parece ridículo. El malhadado banquero Kuzcinski parece el representante de Augusto Dreyfuss y la Societè Generale. Toledo como el pequeño Piérola, populachero e inconsecuente, va de la mano de Alan que es el Balta, inepto y tramposo. No hemos aprendido las lecciones de la falaz prosperidad y el abismo subsiguiente a los que el guano nos condujo. Se trata de la misma farsa peluda de hace 150 años, sólo que ahora estos pendejos no dejarán ni trenes.