martes, 29 de julio de 2008

No al ministerio de la incultura


No por favor. No queremos un ministerio de apristas y ultramontanos dirigiendo la cultura. No queremos más carguitos ni mas burocracia, menos aún a intelectuales y artistas de pacotilla, calentando sillas y medrando del presupuesto. Con ministerio o sin él, igual se seguirá saqueando las huacas de Sicán, o convirtiendo la biblioteca nacional en depósito de ineptos funcionarios, como pasa ahora durante la gestión de saltaperico.


En verdad basta con una dirección de patrimonio monumental que cuide de las huacas para que no sigan cometiendo barbaridades contra el pasado. Antes que un ministerio, se trata mas bien de que los gobiernos regionales inviten a artistas y a intelectuales, para que refresquen el ambiente provinciano de la cultura. ¿No sería lindo que Yuyachkani o ïntegro se den una vuelta por Apurímac o por Amazonas? Que cada pueblo del interior tenga una casa de la cultura, donde se baile, se cante y se hagan talleres de narrativa o de teatro. Que los buenos poetas hagan recitales en plazas y mercados, que cualquier presidente de región contrate a Daniel F y lo haga cantar pueblo por pueblo. Que Roncagliolo dicte un taller de narrativa en el Cusco o que Ramiro Llona pinte con los aguarunas huambisas, mientras Kike Polanco lo haga en los pueblos de Huaraz. Sigo imaginando. Qué le costaria a Yehude Simon organizar un festival internacional de teatro en Lambayeque, o a Guillén llevarse a Vargas Llosa para que dicte conferencias magistrales en su tierra natal. O quizá pasear a Toño Cisneros por el Altiplano. Por qué no organizar talleres revisteriles con mi amigo Lucho Valera para que le enseñe a hacer publicaciones culturales a los muchachos de Cajamarca o de Moquegua. Por qué el gobierno de Piura no organiza una gira de Marco Martos recitando y reuniéndose con los pichones locales de poetas. Por que la sinfónica no toca en Huaycán y Máximo Damian en el Jazz Zone. Por que la Sarita no da un concierto por el día nacional de Arequipa. Por qué Huánuco no exhibe las películas de Robles Godoy. Por qué no exponer los lindísimos cuadros de Bendayán o de Lúcumo en Chimbote, y a Piero Quijano en Ica. O pedirle un mural a Tokeshi para el municipio de Huaral. Por qué las ferias internacionales solo se hacen en Lima. ¿Sería tan difícil que todos los gobiernos regionales gestionaran con universidades y editores, una biblioteca básica peruana? Me alucinaría ver grandes bibliotecas en Huamanga o en Tacna, para sacarle roncha a los chilenos.


No queremos más bákulas, ni delfines, ni lumbreras. Solo queremos cultura viva en lugar de tirarse la plata haciendo monumentos huachafones, o engrosando planillas para dar trabajo a los activistas de Pro Eclessia Sancta, secta a la que pertenece la actual jefe del INC, y que solo quiere censurar a artistas como Piero Quijano. No, por favor. El ministerio de cultura solo servirá para ocultar la falta de una verdadera política cultural. Abajo los globos de ensayo. Señores presidentes regionales, la pelota está en su cancha.

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