Le llegó la hora
El japonés que se hizo pasar por peruano, que mintió, robó y asesinó impunemente durante los diez años que gobernó el país con el apoyo de empresarios, militares y el Opus Dei está en camino. Esta noche seguramente atravesará esposado el paso fronterizo de Chacalluta, y con su regreso la política nacional tendrá un brusco cambio de giro, un punto de quiebre de 180 grados.
Lo primero que salta a la vista es que toda la actual política de alianzas se desmoronará rápidamente en los próximos días. El neofujimorismo aprista, delineado, concebido y llevado a la práctica por Alan García ha sufrido un feroz golpe. La intención del alanismo de llenar el espacio político derechista, a través del contubernio entre el apra, la Confiep, los remanentes orgánicos del fujimontesinismo y los medios de comunicación está rumbo al fracaso. Hoy el eje de la confrontación ya no será más, neoliberales versus demócratas y nacionalistas, sino una decisiva batalla entre la gente decente versus los intereses espurios de los grupos de poder económico y político. A no ser que la derecha corrupta y más cavernaria opte por un golpe institucional y destroce lo poco que queda de la democracia, liberando o absolviendo a la rata japonesa.
Esta tentación está presente en los Cáceres Sayán, los Favre, los Giampietris, los Ciprianis, los Rey Rey. Ya la oscura Keiko y ese abogado con apellido de bomba atómica (o casi) lo dijeron. Harán todo lo posible para sacarlo de entrerrejas coimándose a jueces, policías, políticos y celadores. Y a través de los medios que controlan limpiarán la imagen del japonés hablándonos maravillas de las privatizaciones y de su lucha contra el terrorismo. Por último le favorecerán una entrada secreta por la puerta falsa de la embajada japonesa.
Si yo estuviera en el extenso pellejo de Alan, le recomendaría que no insistiera en esa nausebunda alianza con el fujimorismo. Se puede seguir abonando el camino para un estallido popular, bastante sensibilizado ya por la corrupción, la ineficiencia, el abuso, la mentira y la falta de chorreo. Terminará además doblemente enlodado para la historia, ahora como socio y cómplice del presidente más asqueroso de nuestra historia.
El problema es que Alan García es de la misma laya que Fujimori, números más, números menos. Permitió el accionar de grupos paramilitares, asesinó presos rendidos y campesinos inocentes, robó ingentes sumas nunca investigadas escudándose en la prescripción, corrompió los poderes del estado y destrozó las instituciones nacionales. Hoy ya vemos cómo los militantes de su partido se están levantando el Perú en peso a propósito de la ayuda para el terremoto del sur. El latrocinio como divisa.
Hay que reconocerlo, ésta es también la hora de Montesinos. Si pudiera introducirme en su tenebrosa conciencia, dios me libre, le recomendaría que no volviera a anudar su sociedad con Fujimori. Luego de cinco años de sumirse en el silencio, hoy deberá administrar sus palabras y todo lo que sabe. Si quiere guardar las esperanzas de morir fuera de la base naval, deberá sacudirse de esa relación siamesa que lo encumbró y lo trajo abajo. Porque a decir verdad, si Fujimori es condenado a más de quince años de prisión, la figura de arequipeño se empequeñecerá –hasta desaparecer en los pantanos de la historia- ante la paroxística perfidia del japonés.
A partir de ahora se desarrollará un partido aparte entre estas dos ratas, un duelo de polendas entre dos egos de espanto, para ventilar sus culpas. Fujimori, que duda cabe repartirá excrementos con cucharita, bajo la consigna de “todos somos inmundos”, y en el país de los inmundos el astuto es rey.
Pero también la historia está llena de imponderables y más aún cuando se trata de una gresca de maleantes. Amenazas, escapes, y hasta asesinatos. Debemos estar preparados. Dime con quien anduviste y te diré quién eres.
A la gente de buena voluntad solo nos queda salir a la calle, debatir y convencer, y no dejarnos humillar por el escarnio y la mentira. El juzgamiento de Fujimori no es un problema jurídico. Es un asunto político, pero sobre todo ético. Y estaremos vigilantes. Si no, qué país le vamos a legar a nuestros nietos.
El japonés que se hizo pasar por peruano, que mintió, robó y asesinó impunemente durante los diez años que gobernó el país con el apoyo de empresarios, militares y el Opus Dei está en camino. Esta noche seguramente atravesará esposado el paso fronterizo de Chacalluta, y con su regreso la política nacional tendrá un brusco cambio de giro, un punto de quiebre de 180 grados.
Lo primero que salta a la vista es que toda la actual política de alianzas se desmoronará rápidamente en los próximos días. El neofujimorismo aprista, delineado, concebido y llevado a la práctica por Alan García ha sufrido un feroz golpe. La intención del alanismo de llenar el espacio político derechista, a través del contubernio entre el apra, la Confiep, los remanentes orgánicos del fujimontesinismo y los medios de comunicación está rumbo al fracaso. Hoy el eje de la confrontación ya no será más, neoliberales versus demócratas y nacionalistas, sino una decisiva batalla entre la gente decente versus los intereses espurios de los grupos de poder económico y político. A no ser que la derecha corrupta y más cavernaria opte por un golpe institucional y destroce lo poco que queda de la democracia, liberando o absolviendo a la rata japonesa.
Esta tentación está presente en los Cáceres Sayán, los Favre, los Giampietris, los Ciprianis, los Rey Rey. Ya la oscura Keiko y ese abogado con apellido de bomba atómica (o casi) lo dijeron. Harán todo lo posible para sacarlo de entrerrejas coimándose a jueces, policías, políticos y celadores. Y a través de los medios que controlan limpiarán la imagen del japonés hablándonos maravillas de las privatizaciones y de su lucha contra el terrorismo. Por último le favorecerán una entrada secreta por la puerta falsa de la embajada japonesa.
Si yo estuviera en el extenso pellejo de Alan, le recomendaría que no insistiera en esa nausebunda alianza con el fujimorismo. Se puede seguir abonando el camino para un estallido popular, bastante sensibilizado ya por la corrupción, la ineficiencia, el abuso, la mentira y la falta de chorreo. Terminará además doblemente enlodado para la historia, ahora como socio y cómplice del presidente más asqueroso de nuestra historia.
El problema es que Alan García es de la misma laya que Fujimori, números más, números menos. Permitió el accionar de grupos paramilitares, asesinó presos rendidos y campesinos inocentes, robó ingentes sumas nunca investigadas escudándose en la prescripción, corrompió los poderes del estado y destrozó las instituciones nacionales. Hoy ya vemos cómo los militantes de su partido se están levantando el Perú en peso a propósito de la ayuda para el terremoto del sur. El latrocinio como divisa.
Hay que reconocerlo, ésta es también la hora de Montesinos. Si pudiera introducirme en su tenebrosa conciencia, dios me libre, le recomendaría que no volviera a anudar su sociedad con Fujimori. Luego de cinco años de sumirse en el silencio, hoy deberá administrar sus palabras y todo lo que sabe. Si quiere guardar las esperanzas de morir fuera de la base naval, deberá sacudirse de esa relación siamesa que lo encumbró y lo trajo abajo. Porque a decir verdad, si Fujimori es condenado a más de quince años de prisión, la figura de arequipeño se empequeñecerá –hasta desaparecer en los pantanos de la historia- ante la paroxística perfidia del japonés.
A partir de ahora se desarrollará un partido aparte entre estas dos ratas, un duelo de polendas entre dos egos de espanto, para ventilar sus culpas. Fujimori, que duda cabe repartirá excrementos con cucharita, bajo la consigna de “todos somos inmundos”, y en el país de los inmundos el astuto es rey.
Pero también la historia está llena de imponderables y más aún cuando se trata de una gresca de maleantes. Amenazas, escapes, y hasta asesinatos. Debemos estar preparados. Dime con quien anduviste y te diré quién eres.
A la gente de buena voluntad solo nos queda salir a la calle, debatir y convencer, y no dejarnos humillar por el escarnio y la mentira. El juzgamiento de Fujimori no es un problema jurídico. Es un asunto político, pero sobre todo ético. Y estaremos vigilantes. Si no, qué país le vamos a legar a nuestros nietos.
Hola Rodrigo
ResponderEliminarno se si te acuerdas de mi: soy Flavia la italiana que vivia en Barranco y tenia el pub MAS ALLA'.
Ahora vivo en Italia pero llevo anos queriendo saber quien estubo detras de los hechos que enlutaron Lima en los primeros anos '90.
Quiero saber sobre todo quien puso la bomba en la Calle Tarata cuando de milagro me salve de estar cenando en el edificio Residencial en el que vivia un colega con el cual habia llegado justo un ano antes el 18 de julio del 1990.
Habiamos organizado una cena alli y justo mientras nos preparabamos a salir hubo una pequena explosion frsnte al Hotel Colombo(creo se llamara asi, estaba en la esquina Larco Benavides.
Yo vivia entonces en un departamento en el piso 11 del Edificio Bolivar en el Jiron que lleva el mismo nombre del heroe americano.
Nos asomamos a las ventanas que daban hacia el mar y vimos parado en medio de la c/ S. Martin con la sluces rojas que daban vueltas y vueltas iluminando de una luz lugubre lo que pasaba: en cada esquina de la calle Larco se ubicaron al instante sendos militares con mitralletas que alejaban a decenas de piranitas que quizas como habian llegado justo por alli.
Salì de mi edificio para mirar por la ventanas del ascensor hacia la calle Benavides y vi como estallaban los edificios, volaban los carros por los aires...
Volvi adentro despues de recuperar el equilibrio ya que la explosion me habia lanzado por todo el pasadizo con una violencia increible.
Intentamos llamar a los cinco minutos escasos el colega que vivia alli y nos contesto una voz de hombre que nos aseguraba que no le habia pasado nada a nadie.
Cuando luegos hablamos con el amigo nos conto que lo que le habia chocado entre otras cosas habia sido encontrar los periodistas ya listos con la videocamaras frente al edificio a los pocos minutos asi como la presencia masiva de fuerzas militares
Por mi experiencia de infiltraciones en los grupos terroristas italianos por parte del gobierno nunca tuve dudas sobre la partecipacion del poder en ese atentado y quiero, como sobreviviente, que se condane el que ordeno esa bomba!!!!!
agradezco la oportunidad por haber podido al fin contar mis recuerdos sin miedo que se me olviden nunca.
Espero que la fuerza de los que como tu luchan por la verdad sea bastante para navegar los dificiles mares que tu prevees sobre todo en la optica del cambio general hacia la democracia de muchaparte de America Latina
Un abrazo a todos
La extradición de Fujimori ha sido el mejor regalo en mi cumpleaños. Saludos al señor P.
ResponderEliminarPero, ¡qué sorpresa! ¿O es que el novelista, caricaturista, ensayista y algún otro "ista" que no recuerdo (¿oportunista a lo mejor? ya mudo de piel?
ResponderEliminarTú votaste por Fujimori, no una sino las dos veces. Y todo por supuesto muy bien envuelto y "argumentado"? ¿O es que los argumentos de ayer no se ajustan a los resbaladizos tiempos que corren? ¿O quizás los cachaco-socialistas de Humala te han prometido algún ministerio o vice-ministerio?
¡Qué pena! El joven socialista RODI prometía tanto!
Fama
Recibi este comentario por Mail, de una amiga q vive en Londres. Siento decirle que la bilis que despliega no solucionara el problema que se avecina. Fujimori sera presidente, como Alan luego de la matanza del penal lo es ahora. Como un artista, capaz de engendrar sensibilidad, deberia usar otro tipo de discurso que haga reflexionar a los peruanos cobardes y no fomentar mediante adjetivos agresivos un odio que no lleva a nada. Use bien el blog. No tiene ningun comentario despues de tanta ira, por que sera?
ResponderEliminarRecibi este comentario por Mail, de una amiga q vive en Londres. Siento decirle que la bilis que despliega no solucionara el problema que se avecina. Fujimori sera presidente, como Alan luego de la matanza del penal lo es ahora. Como un artista, capaz de engendrar sensibilidad, deberia usar otro tipo de discurso que haga reflexionar a los peruanos cobardes y no fomentar mediante adjetivos agresivos un odio que no lleva a nada. Use bien el blog. No tiene ningun comentario despues de tanta ira, por que sera?
ResponderEliminarRecibi este comentario por Mail, de una amiga q vive en Londres. Siento decirle que la bilis que despliega no solucionara el problema que se avecina. Fujimori sera presidente, como Alan luego de la matanza del penal lo es ahora. Como un artista, capaz de engendrar sensibilidad, deberia usar otro tipo de discurso que haga reflexionar a los peruanos cobardes y no fomentar mediante adjetivos agresivos un odio que no lleva a nada. Use bien el blog. No tiene ningun comentario despues de tanta ira, por que sera?
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