Hace pocos días se murió un catalán, franquista y pro-nazi, que durante 20 años dirigió el Comité Olímpico Internacional. Bajo su gestión el olimpismo se convirtió en un negocio redondo, pero se perdió el sentido heroico y épico que tenían los Juegos dedicados a Zeus: Más alto, mas rápido, mas lejos. Hoy el legado del Baron Pierre de Coubertin ha sido miserablemente reemplazado. por: más plata, más plata, más plata. El deporte amateur ha muerto por obra de este zamarro, acusado de coimas y negociados pero nunca investigado porque se amparó en los fueros del COI.
Mientras su ataúd era cargado por una pléyade de deportistas y del jet set internacional me preguntaba: ¿No es inmoral el olimpismo de hoy? Sí creo que sí. El dinero se ha convertido en el supremo objetivo del deporte y ya no queda nada del ideal formativo y estético que tuvo con los griegos. Samaranch traicionó a Coubertin y se alió con las grandes trasnacionales para convertir todo en showbisnez. Los atletas han sido arrojados a las fauces del mercado. Hoy los Juegos Olímpicos ya no cumplen ningún papel pedagógico en la juventud. Han sido expropiados de su sentido. Son solamente una marca registrada, administrada por una sarta de pirañas. Para nadie es un secreto que el COI es un nido de corruptos, de empresas que pugnan por favores y prebendas, de esteroides, anabólicos y hormonas, del dopaje más solapa. Bastó ver a Usain Bolt en Pekin para que todo el mundo se preguntara ¿Estará dopado? Todo ello es la herencia maldita y mercantil de Samaranch. Tremendo hijo de Mercurio que solo clamaba: más récords, más espectadores, más auspicios, más dinero.
De la misma manera me pregunto si no es inmoral que los pases de los futbolistas frisen los 200 millones de dólares, que la Foquita Farfán exhiba casacas de 10 mil dólares y autos de medio millón. El mundo está de cabeza. Tener dos patas y un poco de habilidad no puede reemplazar la cultura y la educación.
PS: Mi amigo Armando Pillado me comenta que en los últimos 20 años la riqueza ha crecido enormemente en las clases media y alta mundiales, y todo lo que ahora consumen es de lujo, refinadísimo, exigentísimo. En China nomás hay 300 millones de patas con salarios de cien mil dólares al año, y luego están USA/Europa, los Tigres de Asia, etc. Hay hasta preparadores de Porsches (autos que son el súmum) para los árabes saudiés, que los suben de precio de $100,000 a $500,000... Una locura! Todo lo superfluo ha crecido una enormidad, y la publicidad asociada a los deportes y a la TV mueve miles de millones, con el nazi de Samaranch o cualquier otro Zafarranch...
Diana Cornejo señala: Tienes toda la razón, Rodrigo. El mundo está de cabeza. También me escandalizó ver a Farfán, que tuvo todas las oportunidades del mundo y que se educó con nuestras hijas, alardeando de una fortuna inmoral desde todo punto de vista. El mundo está de cabeza: es una atrocidad que tantos chicos se mueran de hambre, que haya tráfico de personas, que haya esclavitud, que se deprede el medio ambiente por razones económicas, que se trafiquen armas y se fabriquen guerras.
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