viernes, 9 de mayo de 2008

Señores de la Cumbre ALC-UE: Hay orden de matar.



Excelentísimos señores presidentes, jefes de gobierno, invitados oficiales y asistentes de la cumbre paralela:

Más del cincuenta por ciento de los peruanos viven en la más absoluta pobreza porque la riqueza nacional se la lleva un puñado de grandes empresas. Una situación muy parecida a la que ocurría en Bolivia antes de Evo Morales. Contratos ad-hoc permiten que las grandes empresas paguen magros impuestos, nada de regalías, ni impuestos a las sobreganancias, y se lleven a sus matrices el 70 por ciento de la riqueza extraída, mientras las carencias en alimentación, salud, vivienda y educación son dramáticas, y afectan a 15 millones de peruanos. ¿Sabía usted, señor invitado a la Cumbre que el diez por ciento de los peruanos se apodera del 50 por ciento del ingreso nacional?

La codicia de los grupos económicos representados por la Confiep y la Sociedad de Minería y Petróleo, no tiene freno. Ahora, con la complicidad presidencial, intentan repartirse la selva amazónica (uno de los últimos pulmones del planeta), el turismo, el mar, los hidrocarburos, los cielos, los puertos, y cuanto recurso encuentren, en alianza con la oligarquía chilena y el capital trasnacional. Este proceso viene acompañado internamente con una política de destrucción sistemática del empleo formal. Solo el diez por ciento de la masa laboral está en planilla, pues el resto trabaja a través del mecanismo de los services, una forma de esclavitud moderna, De esta manera se impide la libre sindicalización, la elevación del salario y la conquista de derechos laborales reconocidos por la OIT.

¿Cómo se maneja un país sometido a tales presiones sociales, entre el hambre y la exclusión de las mayorías y el lujo y el desdén de una minoría que se encierra entre muros y rejas? A través de la mentira, la traición a los programas electorales y el autoritarismo más ramplón. En los últimos doce meses, más de quince ciudadanos han sido asesinados por las balas de la “democracia”. Cientos de comunidades altoandinas son reprimidas y afectadas por una minería depredadora, que no respeta estándares internacionales. La ciudad de La Oroya tiene el índice mas grande de neoplasias infantiles por los humos sulfurosos de la empresa Doe Run. No distinta es la situación de Cerro de Pasco, donde la minera Volcán afecta la salud de los lugareños con relaves y explosiones dentro del mismo perímetro urbano. Recordemos además el derrame de mercurio de Choropampa realizado por la minera Yanacocha, o las condiciones medievales de los mineros de Casapalca o Marcona.

En síntesis, la democracia recuperada en el año 2000, con la Marcha de los Cuatro Suyos y el derrocamiento de la dictadura fujimorista, ha sido otra vez violentada y desnaturalizada por los grupos de poder económico: léase mineras, y las cien empresas top de la economía, que manejan el estado como si fuera su feudo. De democracia solo nos queda elecciones cada cinco años, mientras los ricos se las arreglan para seguir empobreciendo el país y engrosando su billetera.

A todo esto se suma la hostilización de las organismos de derechos humanos de parte de la espuria coalición de gobierno. Los que hoy atacan a Aprodeh y la coordinadora de DDHH, son los mismos políticos que están acusados por matanzas y genocidios cometidos en el pasado. El presidente y el vicepresidente, no es un misterio, tienen responsabilidad en crímenes de lesa humanidad. De otro lado, la corrupcion gubernamental llega a niveles similares a los de la época de montesinos y se ha lucrado hasta con las víctimas del terremoto de Ica y Pisco.

Ustedes deberían saber además, que toda esta Cumbre ha sido organizada por el servicio de Inteligencia paralelo montado por el vicepresidente Giampietri, que oficia de bisagra entre Fujimori y Alan García. Este “magno evento” se ha concebido como un operativo destinado a socavar la protesta y la indignación ciudadana, militarizar la ciudad y someter toda voz opositora. La presencia de García y Giampietri, -autores del asesinato de 400 presos en el Frontón y Lurigancho durante el congreso de la Internacional Socialista realizado en Lima en julio de 1986, es presagio de negros momentos para la República.

A partir de ahora cualquier expresión de protesta que se realice durante los días de la Cumbre, será tildada de terrorista. Muchos opositores están siendo retenidos en cárceles acusados de pertenecer a partidos legales. El último jueves, miles de estudiantes de la Universidad de San Marcos fueron invadidos por la policia, y masacrados vilmente al interior del campus, violándose otra vez la constitución que instaurara Fujimori, y que el apra no quiere cambiar.

Sepa usted también que en esta milenaria tierra que usted visita hay orden de disparar a matar. El presidente hace cuatro días dio verbalmente la siguiente directiva a la policia: “Actúen antes de pensar”. Es decir, maten sin el menor escrúpulo. Frase infeliz, torpe, pero sobre todo bruta y salvaje. Retrocedamos en la escala zoológica, despreciemos todo atisbo de racionalidad, matemos a Descartes y su cogito ergo sum, anulemos el imperio de la razón. Los intereses de la plutocracia bien valen unos cuantos cholos muertos. Cuando falta la razón comienza la barbarie, y ésta parece habitar las desoladas neuronas y el verbo maníaco del presidente.

No hay comentarios:

Publicar un comentario